domingo, 26 de febrero de 2012

CONVERTÍOS. EL REINO DE DIOS ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS.


Iglesia de Santa Clara en Mola de Bari, Italia

El Evangelio de este primer domingo de cuaresma es de Marcos 1, 12-15:


En aquel tiempo el Espíritu empujó a Jesús al desierto.

Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre las fieras y los ángeles le servían.

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:

Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia.



Es un evangelio corto en palabras, pero que contiene la esencia de la cuaresma. A saber.

Jesús se retira al desierto durante 40 días. Para nosotros es el tiempo de cuaresma. Es por ello tiempo de retiro. Uno sólo. Es igual el lugar. Lo importante es estar solo, aunque haya otras personas.

Jesús se retira para entrar en relación directa con su Padre. Nosotros igual. Porque la cuaresma es tiempo para la meditación, la reflexión, el silencio.

Jesús dice “convertíos y creed en el evangelio”. Y nos lo dice a nosotros también. Convertirse es tomar conciencia de quienes somos. “El reino de Dios está dentro de vosotros”, dirá Jesús en otra ocasión (Lucas 17,21). No hay que buscar fuera. No es “algo” que hayamos de perseguir; es lo que ya somos. Solo nos falta caer en la cuenta, reconocerlo… y vivirlo. Es la luz que nos traen la “noche” y el “desierto”. El “cielo”, el “reino” está en nosotros. Tenemos la capacidad suficiente para hacer posible que nuestra vida sea el mismo cielo, el mismo reino. La cuestión central está en cómo afrontemos la vida. La actitud con la que vivamos cada momento. Ahí está lo esencial. Insistimos. No busquemos fuera. Miremos para nuestro interior. Somos imagen de Dios. Somos, nuclearmente, amor. Por eso podemos, según nuestra actitud, comenzar a vivir en el cielo ya. Sin esperar a acontecimientos externos ni extraordinarios. El cielo ha de ser lo ordinario, el amor de cada día, el meter dentro de nosotros el evangelio. Ni más ni menos. Todos somos capaces. Todos.


Señor Jesús,

Le doy vueltas y vueltas a las cosas.

Hoy nos resumes lo esencial:

Convertíos y creed en el evangelio.

Y eso no está fuera de mí.

Necesito retiro y meditación,

Quiero estar en silencio

Para comprender que depende de mi,

De mi actitud ante los cosas de la vida,

Que no se trata de buscar fuera,

Que el amor está dentro,

Que la conversión está en mí,

Que el cielo comienza en mi vida

Cuando me doy cuenta

Que me has hecho amor.

Ayúdame en este tiempo, Señor,

A cambiar mi actitud,

A valorar mi persona,

A enamorarme de ti en mí

A vivir feliz.


H y MN

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