ARREPENTIMIENTO

Hay libros que nos hablan de lo que sienten los que van a morir en sus últimos días y parece que todos coinciden en varias cosas que citamos aquí esquemáticamente. Son los remordimientos más habituales entre personas que están a punto de morir.

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera.

2. Ojalá no hubiera trabajado tanto porque he perdido muchas cosas en la vida, la niñez de los hijos y la compañía de las parejas, familiares, …

3. Ojalá hubiese expresado más mis sentimientos, en vez de estar reprimiéndolos para no herir o no parecer demasiado espontáneo…

4. Ojalá hubiese tenido más contacto con los amigos, hubiese escuchado sus penas, alegrías…

5. Ojalá me hubiese permitido ser más feliz, porque al final se dan cuenta que buscar la felicidad, reírnos de nosotros mismos, tomarnos la vida con humor, todo eso es una ELECCIÓN.

Creemos que son remordimientos lógicos que, si los pensamos, quizá a todos nos pueden acuciar al final de nuestras vidas.

Pero vivimos con demasiado miedo. Miedo a la polémica, miedo a lo que digo o hago, miedo a que nos conozcan demasiado y nos puedan hacer daño, miedo a cambiar nuestras opiniones cuando por lógica pensamos que hay que cambiarlas…

Pero Jesús siempre nos dice: “No tengáis miedo”. Y cuando, con esta forma distinta de vivir, alguien nos haga daño o piense mal de nosotros, no olvidemos que es lógico. Si todo el mundo habla bien de uno es algo raro. Hasta a Jesús lo llamaron comedor y bebedor y lo acusaron de que comía con los pecadores. Y de esto no se defendió, porque es cierto que siempre quería estar cerca de los que más lo necesitaban. Cuando esto suceda hagamos lo que nos dice la foto de la naranja: levantémonos nosotros mismos y continuemos.

No dejemos fuera a los que piensan distinto que nosotros, porque eso nos está alejando gravemente de Jesús.

Y hagamos las cosas que aparecen al principio. Para empezar por qué no llamas a un amigo y charlas y poco con él.

Un abrazo

Huellas