jueves, 31 de octubre de 2013

REMANSOS



Cada vez notamos más que el mundo va muy deprisa. Hay una falta de remansos, y esto se nota también a nivel religioso. ¿Por qué sucede? ¿es sólo un problema de falta de tiempo o también es porque los cristianos relegamos la necesidad espiritual?
Y esto es habitual hasta que nos llega una pequeña o gran cruz. De repente viene un problema, una enfermedad, un problema económico, el paro de un hijo…  y entonces comenzamos a ponernos nerviosos y pedir a Dios que esto se arregle, cuando llevábamos tiempo en que ni nos acordábamos de Él.
Normalmente los jóvenes son más impacientes. A pesar de que tienen la vida por delante, es como si tuvieran prisa por vivir, hacer cosas y no encuentran momento para hablar con Dios. Pero no son los únicos.
En una tienda vimos un día una cola grande para pagar y una persona mayor se empezó a poner nerviosa No disimulaba para nada su fastidio y ponía cara como diciendo “ustedes no saben quién soy yo como para tener que estar esperando como cualquier hijo de vecino”.
La sensación que daba era terrible. Leímos una vez que a veces el vino en vez de hacerse añejo, lo que hace es picarse. Esto nos crea tristeza. Dios nos da a todos la  posibilidad de ser felices y en cambio hay personas que se convierten en un vino picado creyendo que todo gira en torno a ellas.  En el fondo hay en el mundo muchos inmaduros, y si son así a nivel humano también lo son a nivel religioso.
Necesitamos paciencia, no querer arreglar nosotros la historia, porque la Historia la hace Dios. Esta paciencia se necesita sobre todo en los momentos difíciles para soportar el dolor. Pero la paciencia suele trar la fecundidad. No se puede tener un hijo son dolor. Debemos aceptar que tenemos límites que nos marca la vida. Esto no es estar parados, sino lograr tener remansos de paz y paciencia en los que nos preparemos para aceptar la voluntad de Dios.

Un abrazo
 Huellas

miércoles, 30 de octubre de 2013

PADRE IGNACIO LARRAÑAGA



Los capuchinos de Chile han informado que el padre franciscano Ignacio Larrañaga, nacido en Loyola, España, y fundador de los Talleres de Oración y Vida (www.tovpil.orgfalleció en la mañana del lunes 28 de octubre en México, con 84 años, después de una vida fecunda en frutos evangelizadores. 

Los capuchinos de Chile han proclamado a través de su cuenta de Facebook que "esta mañana ha partido a la casa del Padre nuestro hermano Ignacio Larrañaga, conocido por sus libros espirituales y la fundación de los Talleres de Oración y Vida".

Ha muerto en pleno trabajo evangelizador. El sacerdote, explican, "se encontraba en México, dando retiros y conferencias, cuando en la madrugada de hoy fue encontrado ya sin vida".

De Loyola a Chile y al mundo
Ignacio Larrañaga nació en Loyola el 4 de mayo de 1928, fue ordenado sacerdote en Pamplona y desarrolló durante unos años su ministerio sacerdotal en España. 

Enviado después a Chile, desde muy joven desarrolló una obra pastoral inmensa, como predicador, escritor y organizador de conferencias, cursos, retiros.

En el año 1965 fundó, el Centro de Estudios Franciscanos y Pastorales para América Latina (CEFEPAL), desarrollando a lo largo de una década una intensa actividad animadora en la línea franciscana y en la renovación conciliar en diversos países de América Latina y España.

"Encuentro de experiencias": miles de personas
En 1974 en Brasil, inició un método de evangelización llamado "Encuentro de Experiencia de Dios", de seis días de duración que llevó a cabo durante 23 años, en los que participaron decenas de miles de personas, delegando después esa tarea evangelizadora a matrimonios de distintos países, que hoy día prosigue.



Desde el año 1984 inició la obra, considerada más importante de su vida: los Talleres de Oración y Vida (TOV), a cuya fundación y consolidación dedicó aproximadamente diez años, escribiendo para su eficaz funcionamiento, dos libros fundamentales: el ‘Manual del Guía TOV’ y ‘Estilo y Vida de los Guías’ y grabando siete casetes con la misma finalidad.

Libros de autoayuda cristiana y sanadora
El Padre Larrañaga es asimismo autor de 16 libros que han alcanzado numerosas ediciones y han sido traducidos a 10 idiomas. 

En España tuvo un éxito especial su libro "El arte de ser feliz", un libro de autoayuda cristiana que pone el Evangelio y a Cristo como fuente de paz y transformación interior. 



Otros de sus libros de espiritualidad son "Muéstrame tu rostro", "El hermano de Asís", "El pobre de Nazaret", "Salmos para la vida", "El silencio de María", "Del sufrimiento a la paz" y "El matrimonio feliz".

Un ejemplo de la fecundidad y adaptabilidad de los Talleres de Vida y Oración se puede encontrar, por ejemplo, en el testimonio recientísimo del padre Juan Luis Rascón Ors, un párroco de Madrid que explica en su blog en ReL cómo está usando la variante para niños de los Talleres parasuscitar en los pequeños la experiencia de Dios, antes de pasar a la catequesis, ya que ésta es más adecuada para los que ya han tenido esa experiencia.

Evangelizar "con el amor, no el temor"
El padre Larrañaga fundó los Talleres de Oración y Vida en 1984, como una forma de nueva evangelización "vibrante y positiva, basada en el amor, no en el temor". 

Tienen presencia en unos 40 países y cuentan con 18.000 responsables de taller (llamados "Guías") que "enseñan a la gente a orar, de una manera experimental y progresiva, introducióndolos en la oración litúrgica y en la vida sacramental". 

El método recibió una primera aprobación del Pontificio Consejo de Laicos en 1997, como Asociación Internacional Privada, de Derecho Pontificio, confirmada después en 2002. 

Las claves de los talleres
Entre sus puntos clave están: 

1. Su basen en la Biblia, con textos para leer cada día 
2. Ponen a Cristo como centro: con la pregunta en el corazón: "¿Qué haría Jesús en mi lugar?"
3. Fomentan las vocaciones apostólicas 
4. Son un servicio eminentemente laical 
5. Son prácticos, experienciales: "el Taller no es una doctrina; tampoco una teoría o teología; orando se aprende a orar".
6. La actividad orante se da paso a paso y adaptada a la persona: la oración es gracia, pero también arte
7. Son "liberadores y sanadores": el participante llega paulatinamente a "liberarse de tristezas y angustias, sanarse de las heridas, superar complejos, recuperando el sentido de la vida y la alegría de vivir".
8. Suscitan el compromiso con los pobres y promueven los valores del evangelio

Información tomada de Religionenlibertad.com

martes, 29 de octubre de 2013

PAZ INTERIOR


Desde la meditación encontrarás la paz
Desde el silencio sentirás a Dios
Desde la acción serás hermano de los hombres 

lunes, 28 de octubre de 2013

¿Y SI SALIMOS DE LO CONOCIDO?

pisar lo duro, aspirar a lo difícil, mirar el infinito


¿No tienes ganas, a veces, de romper un poco las fronteras cotidianas, las convenciones sólidamente arraigadas, las seguridades que forman parte del día a día? 
¿No tienes ganas de cambiar los horarios, darle la vuelta a las expectativas, decir versos inesperados? 
¿No tienes ganas de zambullirte en una fe que te zarandee hasta la entraña, que le dé la vuelta a tu horizonte, que te inquiete, te llame, te fascine y te seduzca? ¿No tienes ganas, a veces, de volar para ver mejor?
¿No tienes ganas de romper normas y hacer un poco el loco?
¿No tienes ganas de iniciar caminos nuevos y desconocidos que no sabes a donde te llevarán?
¿No tienes ganas de conocer a gente nueva, gente distinta, gente de las periferias?
¿No tienes ganas de salir de la comodidad de lo seguro y palpar la incomodidad de lo que te interroga?
¿No tienes ganas de romper el silencio y denunciar los atropello de gente sencilla? 
¿No tienes ganas de seguir el evangelio?
¿No tienes ganas de vivir enamorado de Jesucristo?
¿No tienes ganas de amar, sólo de amar?

H y MN 

domingo, 27 de octubre de 2013

DIOS ESTÁ EN LAS PERSONAS Y NO EN LAS NORMAS


 
Ermita "Ecce Homo", Astorga
Domingo XXX Tiempo Ordinario
Evangelio de Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola por algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos, y despreciaban a los demás.
― Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era un fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: ¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.
El publicano, en cambio, se quedó a atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.
Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido. 

Este evangelio  ha de interrogar sobre todo a los “buenos”, a los cumplidores, a los beatos. A esos que se saben las normas al dedillo y viven para su “cumplimiento”. A esos que están seguros en su puesto de trabajo, en su casa bien adornada o en su iglesia calentita y no ven más allá de sus narices.

Porque esas personas más que seguidores de Jesús son cumplidoras de normas. Para ellos la norma es segura, indica el camino y creen que cumpliéndola  aciertan.  Es la norma fría. Es una norma en la que no cuentan las personas que están a tu alrededor, las que te tropiezas por el camino, las que piden empleo o simplemente las que van por la calle. Cuenta la norma, solo la norma.

El evangelio de Jesús es el del amor, es el de las personas, es el del cariño, es el de la escucha, es el del acompañamiento, es el del silencio (recordad el tema de este mes de octubre: el silencio es la lengua de Dios). La norma nos ayuda a hacer realidad eso. La norma es un medio para poner en práctica el amor. El cariño no es teoría, el acompañamiento no es palabrería. La escucha es empatía, el silencio es sentimiento de Dios.  Las normas son buenas si nos ayuda, hay que ponerlas en entredicho si nos ahogan.


Por eso el fariseo cayó en la soberbia y en cambio el publicano reconociendo su debilidad se acercó a Dios.

sábado, 26 de octubre de 2013

ACCIÓN DE GRACIAS



El valor del amor no está en el amor
sino en tu alegría.
El valor de la lucha política no está en ella
sino en las cerezas, las muchachas y la buena atención sanitaria.
El valor de la libertad no está en la libertad
sino en la igualdad.
El valor de la igualdad no está en la igualdad
sino en la fraternidad.
Seguro que ya sospechas dónde reside
el valor de la fraternidad y no te engañas:
en la libertad.
El valor de tu alegría tampoco está en sí mismo
sino en el gozoso desorden
con que construimos horas de libertad
de cerezas de igualdad de lucha política de amor.

Pero estas cosas las sé
porque tú existes.

Jorge Riechman


viernes, 25 de octubre de 2013

POBREZA


El mejor momento que una persona puede dedicarse a si misma es el de la meditación. Es tú momento, aquel en el que te dejas llevar a lo más profundo del ser o en el que simplemente “preguntas” por todo aquello que te preocupa. Yo suelo hacerme preguntas sobre mí y sobre mi vida, sabiendo que no necesariamente obtendré una respuesta inmediata, pues con frecuencia, llegará a lo largo del día o incluso de la semana. Esto supone permanecer muy atenta en la vida cotidiana, para permitir que los momentos de inspiración, las respuestas, surjan en cualquier momento mientras “escucho” la vida.
                        Una de las respuestas más impactantes que he recibido, llegó mientras veía una interesante serie británica. Dos personajes hablaban de la pobreza. La mujer describía la pobreza física, la que todos podemos ver: escasez, suciedad, marginación, tristeza… Pero el hombre mencionó otro tipo de pobreza, mucho más peligrosa porque no se ve en el mundo exterior, pero desde el interior puede paralizar toda una vida. Sus palabras, más o menos, fueron: “pobreza es no haber recibido nunca amor o respeto; pobreza es no saber distinguir la diferencia entre un beso y una bofetada”.
                        Y al oírle, yo me sentí sumamente pobre… Y con estas frases mi mente me trajo otras similares, tan duras como las anteriores, que repito en primer lugar:
                        -Pobreza es no haber recibido nunca amor o respeto. Si en la infancia no se nos amó ni se nos valoró por lo que somos, llegamos a la edad adulta como seres desterrados y ansiosos en busca de una tierra propia que parece no llegar ni estar en ninguna parte. Podemos convertirnos en unos pozos vacíos que por mucha agua que reciban jamás se llenan. 
                        -Pobreza es no poder distinguir entre un beso, una palabra amable y una bofetada o un insulto o un desplante. Sin duda, esta fuente de miseria procede de la anterior, llevando a los “pobres” a mendigar palabras amables o besos. Si lo que recibimos a cambio es desprecio o bofetadas, no sabemos o no podemos discernir la diferencia, pues ambas cosas vienen de esas “maravillosas personas” que de vez en cuando nos sonríen y que, ¡como no! valen más que nosotros, saben más y, además “se dignan” a dedicarnos una migaja de su tiempo. ¡Cuánta bondad por su parte!
                        -Pobreza es estar convencidos que valemos lo que tenemos o lo que damos, no lo que somos. Y en lugar de conocernos y valorarnos, vamos por el mundo ejerciendo de sirvientes o esclavos solícitos, entregando todo nuestro esfuerzo y todo nuestro tiempo en guerras que ni son nuestras ni nos incumben, pero que importan a esas “maravillosas” personas que tanto nos sonríen de vez en cuando (cuando la “labor” del “esclavo” es competente, claro) pero que les importa un bledo si tienes un traspiés, si te encuentras enferma o si hoy celebras un día especial.
                        -Pobreza es negarte, olvidar tus deseos y necesidades para poner por delante los ajenos.
                        Todos podríamos engordar esta lista, sin duda, pero creo que lo más importante es darse cuenta de lo que sucede, de la miseria en la que estamos instalados. La conciencia duele, pero es el primer paso para buscar el camino de la riqueza.  Dejemos pues que la conciencia actúe, que nos diga con crudeza el estado en el que nos encontramos. Aceptemos que somos pobres y con la aceptación iniciaremos el camino hacia la riqueza, hacia el amor y el respeto por nosotros mismos.

                        Con la conciencia activa, ser pobre es solo un estado pasajero.

Mª José

jueves, 24 de octubre de 2013

LA IGLESIA






En los últimos tiempos veíamos a la Iglesia un poco como a esta barca de la foto. Metida como en un pantano, donde el agua no corre, sino que se va pudriendo, y abandonada en una orilla sin nadie dentro y sin saber qué va a pasar con ella.

Y de repente ha llegado alguien que la ha visto y ha decidido recuperarla. Necesita volver a ser enderezada, necesita reparar todas las tablas podridas por el abandono, necesita una mano de pintura y un buen timonel.

Y el milagro es que la gente ha empezado a acudir a ayudar para enderezar esta barca. El timonel: el papa Francisco, ha hecho recuperar la ilusión de muchos que se habían alejado de la Iglesia y están queriendo volver a ella. Bien es verdad que los que la habían puesto así, ahora no parecen tener fuerzas para recuperarla, pero seguro que pronto aparecerán también.

Hay que cambiar muchas cosas, muchas tablas que se han ido pudriendo, pero se hará y la mano de pintura no va a faltarle porque somos muchos los que queremos ayudar a darle a la Iglesia, la barca, una imagen más alegre. Y de esa manera esta pequeña barquita nos ayudará a todos a cruzar el río de la vida hacia aguas más frescas y cristalinas.

Que el Espíritu Santo sople para llevarnos a aguas mejores.


Un abrazo
 Huellas

miércoles, 23 de octubre de 2013

CON EL PAPA FRANCISCO



El Papa Francisco es bueno para la salud emocional  del planeta tierra

Quería hablar del Papa Francisco. ¿Qué bien suena este nombre?. Me habla de libertad, de frescura, de atrevimiento, de osadía. Un tipo que da la bendición a una inmensa multitud y para que nadie se sienta fuera de ese círculo de amor lo hace en silencio, para que cada uno ponga en su corazón las palabras que desee, los mantras más apetecibles. Chapeau. Eso es Unidad. Comunión. Integración. Salud.

Alguien que te entrada te pide "oye, reza por mí, piensa bien en mi,  necesito vuestra fuerza y apoyo, soy un pecador, un ser humano más necesitado de perdón y de ternura" y te lo dice con el alma, pues con el alma lo acoges, y te quedas rumiándolo.

Alguien que escucha, que sabe darse la vuelta en el asiento de su avión y permite cualquier pregunta, cualquier sugerencia, porque no tiene nada que ocultar.

Alguien que no condena, que no amenaza, que no levanta el dedo acusador y pone a otros de rodillas frente a su autoridad, que dice que él no está para eso, no está para eso.

Alguien que habla claro a los grandes: "paremos entre todos esa maldita guerra de Siria, que no sigan acumulando riqueza los vendedores de armas". Incluso a los de su propia casa: "No voy a consentir ningún lobby de extorsión en este lugar; no hay sitio en estas paredes para la mentira, la extorsión, el abuso, la pederastia...". “En mi propia casa hay lepra…”.

Alguien que dice a los jóvenes "meted ruido, salir a la calle, sed molestos a los poderosos.... ¿Porque si no lo sois ahora cuándo lo vais a ser?"

“Es una vergüenza la muerte de los emigrantes en Lampedusa, siento horror…” y lo dice desde el fondo de su ser, que es el mismo fondo que tú , yo y todos, amigo internauta, tenemos. Que él no es más, no es más.

Alguien que renuncia a sus estolas de oro, sus zapatos rojos, su silla de poderío, su mansión, sus coches de renombre, sus seguridades... merece la pena abrirle los oídos.

Tengo la sensación de que al mundo le viene bien este aire fresco, mejor dicho, este vendaval, sí este huracán. A algunos le dará miedo, a otros esperanza, alegría, ilusión, ganas de vivir, deseos de que otro mundo, otra sociedad, otro ser humano es posible.

Este hombre le viene bien al corazón de la humanidad.

Desde mi creencia incrédula o ,si preferís ,desde mi no fe con fe, celebro la llegada de este hombre y te pido que “se cuide” que el cielo se ha poblado de buitres negros. Siempre fue así: los poderosos y los mediocres se sienten incómodos ante tanta verdad desnuda.


¡Ha vuelto el Poverello de Asís!. PAZ Y BIEN.

VTM

martes, 22 de octubre de 2013

TESOROS LEON 12


EL Equipo 12 nos regala su mejor imagen: la de la cercanía, la de la sonrisa, la del cariño...
Hermosos tesoros que todos recogemos.

Con este damos por concluido la publicación de los once Tesoros de los ENSLEON. Bonitos recuerdos que hemos publicada para que refresquen nuestra memoria y nos saquen una sonrisa.

lunes, 21 de octubre de 2013

SIEMPRE HAY ALGO MÁS



No quiero conformarme. Ni siquiera con lo bueno. Siempre hay algo más, algo distinto, algo mejor en el horizonte, para mí y para otros. Mientras haya sed, hambre, injusticia y preguntas, ¿por qué habría de aceptar la quietud? Algún día tocará frenar. Me lo irá dando la salud, el cansancio o las fuerzas… Y aún así, no será frenar del todo, sino seguir en marcha de otro modo. 
Pero mientras tanto, ahora que soy joven, con toda la vida por delante, no quiero dejarme envolver por una vida gris, por la mediocridad o por la falta de ambición.
Y si ya soy mayor, tampoco quiero parar. Porque ahora vea las cosas, las situaciones, las personas con el sosiego de los años. Y es ahora cuando más puedo amar.
Vivir es una maravilla. Cada etapa a su manera. Pero solo vive el que ama. El que sigue, el que continúa, el que no se para por completo.

domingo, 20 de octubre de 2013

UN DIOS QUE SE SIENTE


Domingo XXIX Tiempo Ordinario
Evangelio de Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
― Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario»; por algún tiempo se negó; pero después se dijo: «Aunque no tema a Dios ni me importen los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara».
Y el Señor respondió:
― Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

Nos ha parecido muy interesante la interpretación que propone de esta parábola Enrique Martínez Lozano. Reproducimos parte de su reflexión:

EL DIOS PENSADO, EL DIOS HALLADO

                Estamos ante una parábola que puede inducir a engaño, por cuanto, en una lectura literal de la misma, se equipararía a Dios con un juez “al que no le importan los hombres”, y al que parece que hay que “conquistar” a fuerza de insistencia, hasta que, por hartazgo, se decide a intervenir.
                 Se trata de un dios que se ha grabado extensamente en el imaginario colectivo, y que ha sido alimentado por no pocas predicaciones y teologías. La imagen de dios como “señor todopoderoso”, ególatra y celoso, juez impasible y castigador, ha dominado no pocas conciencias que han crecido bajo el peso de la culpa y del temor.
                 Pues bien, frente a tales imágenes divinas, es necesario rebelarse con contundencia: un tal dios no es digno de fe. No se puede creer en un dios que sería peor que nosotros: insensible ante la necesidad humana y capaz de condenar a alguien por toda la eternidad.
                 Un tal dios es solo un invento de la mente, sostenido por el miedo y la debilidad humana, que ha creído esos mensajes culpabilizadores como provenientes de la misma divinidad (y, por tanto, “palabra de Dios”).
                Esta parábola solo puede entenderse adecuadamente si la leemos como una parábola de contraste. Es decir, la imagen del juez sería justo lo opuesto al comportamiento de Dios. De modo que, si hasta un juez inhumano es capaz de ceder ante la petición de la mujer, cuánto más Dios –que es todo lo opuesto- estará siempre a nuestro favor, incluso aunque no le pidamos nada.
                 Con esta clave, la parábola puede ser asumida desde la perspectiva de Jesús, que anunciaba a Dios como Gracia y Compasión.
                 Pero sigo preguntándome por qué, entre las personas religiosas, hay tantas que defienden aquella imagen de dios como juez severo. Más allá de la formación recibida, me parece intuir que se trata, simplemente, de una proyección (inconsciente) de la propia “severidad”, que es frecuente entre quienes viven una religiosidad exigente, basada en la idea del mérito y de la “perfección”.
                 Por eso, creo que no se trata solo de cambiar una imagen por otra: la de un dios severo por la de un dios amoroso. Uno y otro seguirían siendo construcciones de nuestra mente, es decir, ídolos proyectados.
                Todo dios “pensado” no puede ser sino una caricatura de Dios. Dios no cabe en nuestra pequeña mente, como expresan estos versos magníficos de Charo Rodríguez:
“Solo el Dios encontrado,
ningún dios enseñado puede ser verdadero,
ningún dios enseñado.

Solo el Dios encontrado
puede ser  verdadero”.

(C. RODRÍGUEZ, Luces en la niebla, edición de la autora, Madrid 2012)

Me gusta apuntarme a ese Dios que se le siente, a ese Dios que se nota, a ese Dios que sale y entra en el corazón. Dudo del Dios que se piensa, que se razona, que se interpreta a conveniencia. Porque la mente humana es capaz de engañarnos y auto convencernos de un Dios que está de nuestro lado y para nuestros intereses. Me gusta esta idea de sentir a Dios. Ahí no hay engaño. Los sentimientos salen de lo hondo, nos dicen la verdad.  

La fe es un don del corazón. Vamos a aprender a dejarla salir al exterior. Porque nos hemos acostumbrado a manejarla según nuestras conveniencias. Cuando alguien sufre la fe nos impide pasar de largo, cuando hay hambre la fe nos invita a paliar esa necesidad, cuando alguien llora no podemos dar la vuelta. Mejor dicho, sí podemos porque hemos adaptado nuestra mente para encontrar justificaciones a nuestros comportamientos.

Hoy quiero apartarme de esa forma de actuar y quiero ver los sentimientos  que hay en mi corazón. Desde ahí mi vida podrá cambiar.


Te invito amigo lector a que tú hagas lo mismo. Escucha a tu corazón.    

H y MN

viernes, 18 de octubre de 2013

LO FÁCIL Y LO DIFÍCIL. ¿QUÉ ELIGES TÚ?



Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.
Difícil es ocupar el corazón de alguien...
Fácil es juzgar los errores de otros.
Difícil es reconocer nuestros propios errores...
Fácil es herir a quien nos ama.
Difícil es curar esa herida...
Fácil es perdonar a otros.
Difícil es pedir perdón...


Fácil es soñar todas las noches.
Difícil es luchar por un sueño...
Fácil es exhibir la victoria.
Difícil es asumir la derrota con dignidad...
Fácil es tropezar en una piedra.
Difícil es levantarte...
Fácil es orar todas las noches.
Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas...



Fácil es criticar a los demás.
Difícil es mejorar uno mismo...
Fácil es decir que amamos.
Difícil es demostrarlo todos los días...
Fácil es pensar en mejorar.
Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo...
Fácil es llorar por un amor perdido.
Difícil es cuidarlo para no perderlo...
Fácil es recibir.
Difícil es dar...

jueves, 17 de octubre de 2013

LA ACOGIDA





Vivimos en un mundo cada vez más con más distancias, en el sentido de que la gente se ve poco, muchos vecinos ni se conocen…, sin embargo cada vez es más necesaria la acogida entre unos y otros.

Estos días está habiendo en la televisión un programa que se titula “Entre todos”. Es muy bonito ver cómo la gente llama y da cada uno lo que buenamente puede. Es una buena forma de acogida.

También al papa le podríamos llamar “un buen acogedor”. Habla a los que le rodean mirándoles a los ojos, cercano a los que le necesitan, piensa en cómo estarán los que no tienen nada… En fin, parece que el Espíritu Santo nos está haciendo ir por este camino de la acogida.

El mundo está cada vez más necesitado de la sonrisa, de una mano que nos toque y nos diga: hola amigo, estoy contigo, te acepto como eres, no como me gustaría a mí que fueras… No es fácil ser buenos acogedores. A veces en vez de acoger damos sermones que avasallan al otro.

Y qué decir de la acogida de nosotros mismos, de las cosas que nos van sucediendo en la vida. Pataleamos y decimos ¿por qué me tiene que suceder esto a mí? y alguien nos podría contestar: ¿Y por qué no? ¿por qué le va a suceder esto, que no te gusta, a otro?

Que Dios nos ayude a saber ir por el camino que Él nos marca  y estar dispuestos a acoger los hechos o las personas que se nos presentan. Hoy os presentamos una foto que nos ha hecho sonreír:
Necesitamos clientes en el bar “La acogida”. Por favor os pedimos UNA SONRISA.


Un abrazo 
Huellas

miércoles, 16 de octubre de 2013

NO HAY AÑOS MALOS

  
"Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.

Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices.

En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:

-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos,....... 

-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.

-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Querernos. Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.

Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual. Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.

Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.

Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".

MAMERTO MENAPACE, monje benedictino


martes, 15 de octubre de 2013

TESOROS LEON 11


El Equipo 11 nos deja sus tesoros:

Los ENS comunidad de fe, amor y diálogo
Nos queremos y respetamos nuestras diferencias
Vivimos nuestras celebraciones de Equipo y Movimiento
Somos alegres y lo disfrutamos
"Somos una docena"

El buen humor es signo distintivo de las personas felices.