lunes, 31 de agosto de 2015

UN PAÍS RARO


¿Quién puede arreglarlo?
Vamos a mirar cada uno para sí
Desde el ejemplo

Será posible el cambio

Nota de la redacción. Este anuncio lo vimos por la ciudad paseando con los ojos abiertos.

domingo, 30 de agosto de 2015

POR EL CAMINO DE LA CONCIENCIA



Domingo XXII Tiempo Ordinario

Evangelio de Marcos 7, 1-8.14-15.21-23

En aquel tiempo se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos letrados de Jerusalén y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras (es decir, sin lavarse las manos).
(Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse ante las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Según eso, los fariseos y los letrados preguntaron a Jesús:
¾ ¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?
Él les contestó:
¾ Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos».
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para ateneros a la tradición de los hombres.
En otra ocasión llamó Jesús a la gente y les dijo:
¾ Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro del corazón del hombre salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.

Hoy el evangelio nos invita a lo auténtico, a lo que sale del corazón, a aquello que se hace por pura entrega y sin esperar nada. Jesús se enfada con aquellos que solo buscan el cumplimiento de la norma. Porque las normas son humanas y en cambio la propia conciencia viene de Dios. Duros palabras tuvo Jesús con los fariseos y eso que eran los mejores cumplidores de las leyes humanas. Pero sus leyes no convencían, porque estaban vacías, no tenían vida.

Hoy nos puede ocurrir lo mismo. Tenemos unas normas que nos dan seguridad y si las cumplimos estamos tranquilos. No es suficiente. En necesario entregarse a tope donde el corazón nos llama. Aquí no se trata de comportamientos para la galería. Nos jugamos la felicidad. Y eso es algo personal. Huyamos de aquellas normas que entorpecen las relaciones con  Dios y con los hombres. Nada puede interferir la relación personal con Dios y con los hombres. Podemos cumplir la norma y en el fondo ser envidiosos, ¿de qué nos sirve? De nada. Podemos aparentar muy pulcros y en el fondo estar sucios. ¿De qué nos sirve? De nada. Huyamos de juicios, de críticas, de celos, de envidias… porque nos hacen daño a nosotros y a los demás.


Invitamos a esa relación personal y sincera con Dios y con los hombres. Cuidar, proteger, empatizar, sonreír, acariciar. Este es el camino. El del samaritano.

Quizás nos pueda servir  “La oración del elefante” de la francesa Carmen Bernos Gasztold

¡Señor, aquí estoy: soy el Elefante!
Soy tu creación que te habla.

Me da un poco de vergüenza ser como soy.
Aunque es verdad que no es mi culpa cuando
Aplasto Tu Jungla con mis grandes pies.
Déjame ser cuidadoso y déjame pisar sabiamente.
Haz que cuide mi dignidad y mi equilibrio.
Y permite que sea un poco filósofo para que,
Esté donde esté,
Tenga entusiasmo y disfrute con las bondades
Que las cosas y la vida me ofrecen. Amén.

sábado, 29 de agosto de 2015

DEPÁRAME UN FUTURO




Depárame un futuro con tus manos.
No me importa el color, la arruga, el abandono.
Siento su sangre en río
canalizando al mundo.
De la historia y el miedo
van naciendo
como de ti los
años más ocultos.

Aquí tengo el atillo,
allá el sendero;
engánchame a la vida llanamente
y prepara en la noche,
un horizonte,
no importa de montaña o de vaguada…

¡Oh voz que atruena al mar
y entona coplas
con pájaros y niños de verano!
¿Ves que no sé?
Acércate tú al menos…
y acompaña.


Pedro Miguel Lamet, SJ.

viernes, 28 de agosto de 2015

BONDAD


No quieras cambiar a nadie
Ofrécete, no impongas
Escucha, no hables
Acompaña, no empujes
El otro tiene su ritmo.

Eso es bondad.

jueves, 27 de agosto de 2015

LAS CRÍTICAS




Qué frase mas cierta. Es verdad que siempre queremos caer bien y que lo que hacemos sea algo que los demás entienden. Pero lo cierto es que todos somos distintos y los que nos quieren no necesitan explicaciones de lo que hacemos porque son personas que confían en nosotros y no necesitan justificaciones a nuestros actos. Los que no nos quieren no van a creer nada de esas justificaciones porque están deseando criticarnos, y como el texto dice los estúpidos no las entienden.

Así es que amigos actuemos siempre con nuestra conciencia limpia y un corazón grande y no intentemos gustar a todos porque es imposible. Hasta a Jesús le criticaban, pero Él seguía haciendo lo que tenía que hacer.

Ah, y, sobre todo, no seamos nosotros los que critiquemos, eso si es mal asunto. Tengamos un corazón limpio y no veremos tanto mal a nuestro alrededor.

Un abrazo
Huellas

miércoles, 26 de agosto de 2015

EL AMOR DE PAREJA




Extracto de una charla de Eckhart Tolle


"¿Por qué nos volvemos adictos a otra persona?
La razón por la que la relación de amor romántico es
una experiencia tan intensa y universalmente perseguida
es que parece ofrecer la liberación de un estado
profundamente arraigado de miedo, necesidad, carencia
y falta de plenitud que es parte de la condición humana
en su estado no redimido o no iluminado".


Hay una dimensión física y otra psicológica en este estado. En el nivel físico, usted obviamente no está completo, ni lo estará nunca: es un hombre o una mujer, es decir, la mitad del todo. En este nivel, la añoranza de la plenitud -el retorno a la unidad- se manifiesta como una atracción entre el macho y la hembra, la necesidad del hombre de una mujer, la necesidad de la mujer de un hombre. Es un impulso casi irresistible de unión con la polaridad de energía contraria. La raíz de este impulso es espiritual: la añoranza del fin de la dualidad, un retorno al estado de plenitud

La unión sexual es lo más cerca que usted puede estar de este estado en el plano físico. Por eso es la experiencia más profundamente satisfactoria que puede ofrecer el reino físico. Pero la unión sexual no es más que un atisbo fugaz de la plenitud, un instante de bienaventuranza. Mientras se busque inconscientemente como un medio de salvación, usted está buscando el fin de la dualidad en el nivel de la forma, donde no puede encontrarse. Usted recibe un atisbo tantálico del cielo, pero no se le permite habitar allí y se encuentra a sí mismo de nuevo en un cuerpo separado. 

En el nivel psicológico, la sensación de carencia y de falta de plenitud es, acaso, aún mayor que en el nivel físico. Mientras esté identificado con la mente, usted tiene un sentido de sí mismo derivado del exterior. Es decir, usted obtiene el sentido de quien es de cosas que, en última instancia, no tienen nada que ver con quien usted es realmente: su papel social, las posesiones, la apariencia externa, los éxitos y fracasos, los sistemas de creencias, etc.

Este ser falso, elaborado por la mente, el ego, se siente vulnerable, inseguro y siempre está buscando cosas nuevas con las cuales identificarse para que le den una sensación de que existe. Pero nada es suficiente para darle una realización duradera. Su miedo y su sentido de carencia y necesidad permanecen.

Pero entonces llega esta relación especial. Parece ser la respuesta a todos los problemas del ego y llenar todas sus necesidades. Al menos así parece al principio. Todas las demás cosas de las que usted derivaba su sentido de sí mismo antes, ahora se vuelven relativamente insignificantes. Usted tiene ahora un solo punto focal que las reemplaza a todas, da sentido a su vida, y a través del cual usted define su identidad: la persona de la que está «enamorado».

Ya no es un fragmento desconectado en un universo carente de afecto, o eso parece. Su mundo ahora tiene un centro: el amado. El hecho de que el centro esté fuera de usted y que, por lo tanto, usted todavía tenga un sentido de sí mismo derivado del exterior, no parece importar al principio. Lo que importa es que los sentimientos subyacentes de no plenitud, miedo, carencia y falta de realización, tan característicos del estado egotista, ya no están ahí. ¿O sí? ¿Se han disuelto o continúan existiendo bajo la feliz realidad superficial?

Si en sus relaciones usted experimenta «amor» y su contrario -ataque, violencia emocional, etcétera-, es probable que esté confundiendo el apego del ego y la dependencia adictiva con el amor. Usted no puede amar a su pareja un momento y atacarla al siguiente. El verdadero amor no tiene contrario. Si su «amor» tiene un contrario, entonces no es amor sino una fuerte necesidad del ego de un sentido más profundo y completo de sí mismo, una necesidad que la otra persona llena temporalmente. Es el sustituto del ego para la salvación y, por un corto tiempo, casi se siente como la salvación. 

Pero llega un punto en el que su pareja actúa de forma que deja de llenar sus necesidades, o más bien las de su ego. Los sentimientos de temor, dolor y carencia, que son una parte intrínseca de la conciencia egotista pero que habían sido ocultados por la «relación amorosa», ahora salen a la superficie. Igual que con cualquier otra adicción, usted está en un punto alto cuando la droga está disponible,pero invariablemente llega un momento en que la droga ya no le hace efecto.Cuando vuelven a aparecer esos sentimientos dolorosos, usted los siente incluso con más fuerza que antes, más aún, ahora percibe a su pareja como la causa de esos sentimientos. Esto quiere decir que los proyecta hacia afuera y ataca al otro con toda la violencia salvaje que es parte de su dolor. Este ataque puede despertar el dolor de la pareja y ésta puede contraatacarlo. En ese punto el ego todavía espera inconscientemente que su ataque o sus intentos de manipulación sean suficiente castigo para inducir a su pareja a cambiar su conducta, de modo que pueda usarla de nuevo como protección de su dolor.

Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor y termina con dolor. No importa a qué sustancia sea usted adicto -alcohol, comida, drogas legales o ilegales, o una persona- usted está usando algo o a alguien para ocultar su dolor. Por eso, después de que la euforia inicial ha pasado, hay tanta infelicidad, tanto dolor en las relaciones íntimas. Ellas no producen dolor o infelicidad, simplemente sacan a la luzel dolor y la infelicidad que ya hay en usted. Toda adicción hace eso. Toda adicción llega a un punto en el que ya no funciona para usted y entonces usted siente el dolor más intensamente que nunca.

Esa es una de las razones por las que la mayoría de las personas están siempre intentando escapar del momento presente y buscando algún tipo de salvación en el futuro. Lo primero que podrían encontrar si enfocaran su atención en el Ahora es su propio dolor y eso es lo que temen.

¡Si supieran lo fácil que es acceder en el Ahora al poder de la Presencia que disuelve el pasado y el dolor, a la Realidad que disuelve la ilusión!

¡Si sólo supieran cuán cerca están de su realidad, cuán cerca están de Dios!

Evadir las relaciones en un intento por evitar el dolor no es la solución tampoco. El dolor está ahí de todos modos. Es más probable que tres relaciones fallidas en tres años lo obliguen a despertar, y no tres años en una isla desierta o aislado en su habitación. Pero si pudiera traer intensa presencia a su soledad, eso también funcionaría para usted.






lunes, 24 de agosto de 2015

ORACIÓN DE LOS INDIOS SIOUX



Oh Gran Espíritu, cuya voz oigo en el viento
   y cuyo respiro da vida a todo el universo.

Óyeme. Soy pequeña y débil.
   Una de tus muchos hijos.
   Déjame pasear en la belleza
   y permíteme que mis ojos siempre
   puedan contemplar el rojo 
   y el púrpura de la puesta del sol.
   Has que mis manos respeten
   las muchas cosas que Tú has creado
   y agudiza mis oídos para oír tu voz.
   Hazme sabia para comprender
   todas las lecciones que Tú has escondido
   detrás de cada hoja y de cada roca.
   Dame fuerza para no ser más fuerte
   que mi hermano
   sino para luchar contra mi peor enemigo: yo misma.
   Y hazme siempre lista para ir ante Ti
   con las manos limpias
   y la mirada recta
   para que cuando la luz se desvanezca
   como se desvanece la puesta de sol
   mi Espíritu pueda llegar
   ante Tí, sin ninguna vergüenza.



domingo, 23 de agosto de 2015

CÓMO SEGUIR A JESÚS


Domingo XXI Tiempo Ordinario

Evangelio de Juan 6, 60-69

            En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
            - Este modo de hablar es inaceptable, ¿quién puede hacerle caso?
            Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban les dijo:
           - ¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del Hombre subir adonde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.
            Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo:
            - Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.
            Desde entonces muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
            Entonces Jesús les dijo a los Doce:
            - ¿También vosotros queréis marcharos?
            Simón Pedro contestó:
            - Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos. Y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.

Cuando estamos con Jesús estamos a gusto, nos sentimos dichosos. Y sin embargo, en este evangelio, parece que no es así, es como si la gente que le seguía y sus propios discípulos dudasen de Él. Por eso les pregunta: ¿también vosotros queréis marcharos? Y ellos responden con contundencia: no queremos irnos porque en Tu está la Vida.

¿Por qué entonces mucha gente no sigue a Jesús? Por ignorancia, por ser codiciosos, por egoísmo, por miles de circunstancias personales. Pero siempre hay una razón fundamental: porque seguir a Jesús no satisface nuestro ego. Queremos ser los protagonistas, que se reconozcan nuestros méritos, nuestra valía, lo buenos que somos. Y por ahí no vamos bien. Ese no es el camino.

Seguir a Jesús es poner humildad, poner bondad, ser caritativos, sembrar comprensión, pensar en los demás,  reivindicar un trato justo para todos, combatir las injusticias, denunciar los abusos, pagar salarios justos, repartir el trabajo, compartir los bienes…sembrar amor. Cuando comprendamos esto y actuemos en consecuencia seguiremos a Jesús.   


El video que ponemos a continuación puede servirnos para nuestra oración personal a la luz de este evangelio. PARA LA GUERRA NADA. TODO PARA EL AMOR.  

sábado, 22 de agosto de 2015

P A N



Para saciar
el hambre
de todos, pan.
Amasado despacio,
cocido en el horno
de la verdad hiriente,
del amor auténtico,
del gesto delicado.

Pan partido,
multiplicado al romperse,
llegando a más manos,
a más bocas,
a más pueblos,
a más historias.

Pan bueno, vida
para quien yace
en las cunetas,
y para quien dormita
ahíto de otros manjares,
si acaso tu aroma
despierta en su interior
la nostalgia de lo cierto.

Pan cercano,
en la casa que acoge
a quien quiera compartir
un relato,
un proyecto,
una promesa.

Pan vivo,
cuerpo de Dios,
alianza inmortal,
que no faltes
en todas las mesas.


José Mª Rodríguez Olaizola, SJ.

viernes, 21 de agosto de 2015

CONTROLAR



Nos empeñamos en que todo salga como queremos
Deseamos tenerlo todo controlado
¡Qué error!
La vida es aventura
La vida es libertad
La vida es confianza
Continuamente necesitamos la confianza
Vamos a abrir los ojos y dejarnos llevar
Dios nos ha creado
Confiemos
No pretendamos controlarlo todo.

jueves, 20 de agosto de 2015

LA ESPERANZA




Algunas veces la belleza es tan grande que no cabe en un solo fenómeno y busca nuevos espacios y se duplica o triplica. En el paraíso dijo Dios: Haya esperanza y le regaló el arco iris al hombre.

Por eso cuando miramos a la naturaleza vemos esta belleza que Dios creó para el hombre. Es maravilloso. Pero nosotros tenemos la misión de cuidarla porque es nuestra casa. El papa está preocupado por cómo cuidamos esa casa y con razón, porque estamos destruyendo parte de esa maravilla.

Es el momento de ponernos manos a la obra. Consumamos menos agua, menos papel, reciclemos más, no tiremos papeles ni basuras en el campo o la playa. En fin lo que haríamos en nuestra finca privada, porque en cualquier caso la Tierra es nuestra finca particular que Dios nos ha regalado.


Huellas

miércoles, 19 de agosto de 2015

TODO LO QUE TENGO


Ahí está todo,
En el alma
Lo otro es accesorio
Estamos en un cuerpo débil
Que tendrá fin
Que tiene dolor
Que se deteriora
El alma es eterna
Siempre está
Siempre llena
En ella está todo.

martes, 18 de agosto de 2015

ENTREVISTA A MARIANA CAPLAN (y II)



¿Qué le aportan las experiencias místicas a la vida cotidiana?

Nos despiertan a una realidad más amplia. Este tipo de experiencias es lo que normalmente conduce a la gente al camino espiritual, ya sea por una tragedia personal, la muerte de un ser querido, una pérdida importante o cualquier cosa que resulte tan dolorosa que acabas traspasando la barrera del dolor y conectando con algo más profundo. Pero hay otras formas de alcanzar experiencias místicas: a través del sexo, las drogas, etc. Lo importante es no engancharte con esto, como quiera que haya llegado a tu vida. La conciencia se abre y está bien, puede servir de inspiración, de motivación. Pero lo importante es si esa experiencia te ha transformado o no. Si te sirve para funcionar mejor en tu vida cotidiana; para amar mejor y servir mejor.

La práctica, el crecimiento o la inteligencia espiritual, ¿sirven de algo si no sirven para funcionar mejor en nuestra vida cotidiana? ¿Cómo puede una persona "iluminada" o "despierta" enfadarse, frustrarse o deprimirse cuando las cosas o personas que le rodean no son "como deberían ser"?

Porque esa persona no está "iluminada" completamente, es muy raro que esto ocurra. Es más fácil que se haya "iluminado" una parte; por ejemplo, que comprenda la realidad de que las cosas son como son y las emociones no son más que tus preferencias (la alegría de que sean como quieres o la tristeza de que no lo sean), o la no-dualidad, o la vacuidad del ego, etc. Pueden haber tenido una realización o iluminación, pero otras partes de su comprensión siguen oscuras, lo que les permite enfadarse, o hacer uso y abuso de poder, etc. Un gran maestro como Claudio Naranjo me explicó una vez que se mantuvo en un estado de iluminación durante tres años y de repente desapareció durante diez años. Hasta que comprendió que esa "luz" tenía que ser sacrificada para percibir todo lo que todavía estaba a oscuras. No se desmotivó, supo seguir en el camino.

Y eso le puede pasar a cualquiera...

Por supuesto. También a tu maestro, a tu maestra. Suele ocurrir que si tu guía cae en depresión o enferma, o se separa de su pareja, te desilusiona. Te dices: "¡Pero si es un guía espiritual!". ¿Y qué? También es un ser humano en proceso. Hay que vivir con esa paradoja. Quédate con lo que te transmite, con lo que aprendes y creces a su lado. Lo demás forma parte de su propio proceso de crecimiento espiritual. Y quizás tú puedes usarlo también para el tuyo propio, si lo miras con sabiduría y compasión. Recuerda: el camino espiritual es un trabajo de toda una vida; no solo para ti, también para tu guía.

En este trabajo de toda una vida, ¿cómo nos ayuda la disciplina moral? ¿Y cómo nos obstaculiza? ¿Cómo utilizarla?

Efectivamente, tiene sus ventajas y sus riesgos. Pero, sobre todo al principio, es muy necesaria. La disciplina moral consiste en unas normas básicas de comportamiento, y al principio, cuando la persona está perdida y a merced de la tiranía de sus emociones, es muy conveniente contar con unas herramientas que nos permitan desarrollar la energía del sacrificio y el esfuerzo, por ejemplo, para no correr detrás de cualquier deseo, emoción, etc. La disciplina moral nos ayuda a mantener unos hábitos que previamente hemos adoptado y, a través de ellos, desarrollar la conciencia.

¿Cuáles son sus riesgos?

Caer en la rigidez, por ejemplo, en la excesiva autoexigencia, en la autodecepción; o bien creernos especiales y superiores porque nuestra conducta moral es "superior" a la del ser humano común y corriente. En este caso, también es muy importante la humildad. Por ejemplo, si te comprometes a "no mentir", ya vale con que te preocupes de mentir menos, o que seas consciente de cuándo lo estás haciendo, o cuándo no estás diciendo la verdad aun cuando aparentemente no dices mentiras. Y lo mismo con "no matar", etc. Sé consciente de las formas sutiles en que traicionas tus compromisos, pero sigue utilizándolos para alumbrar tu camino.

¿Hay algún momento en que ya no necesitas hacer uso de la disciplina moral?

Solo cuando esos valores ya están tan interiorizados que no necesitas recurrir a ellos porque forman parte de ti y actúan de manera natural. Mientras no ocurra así, hay que recurrir a la ayuda de la disciplina moral. Pero hazlo de una forma generosa y amable contigo misma y con las demás personas. Sin caer en la autoindulgencia. Como en todo, siempre hay dos lados (o trampas) en los que puedes caer: por una parte y por su opuesta.


LAS TRAMPAS DEL CAMINO ESPIRITUAL

Hay muchas trampas cada día y prácticamente en cada situación.

El supermercado espiritual 
Es una tentación andar de sitio en sitio, de escuela en escuela, de grupo en grupo, buscando experiencias fuertes y sin establecer un compromiso de autoinvestigación y práctica profunda en una disciplina concreta.
Usarlo como hobby. Un entretenimiento placentero o intelectual, con escasa implicación personal. Como decía la antropóloga y maestra zen Joan Halifax, "hay aficiones peores" (y sabía bien lo que decía, ella que trabajaba en las cárceles). Pero si te lo tomas como un mero entretenimiento, no es fácil que se dé la transformación personal profunda.

Autodecepción
Leemos libros y escuchamos a maestros y maestras que nos transmiten conceptos como el desapego, la compasión, la humildad. Por un momento nos engañamos pensando que hemos alcanzado una comprensión de esas cosas, pero más adelante observamos en nuestra experiencia que no, que no está integrado, que cuesta. Puede que te desmotives por un momento, pero tienes que aprender a aceptarlo (aceptarte) y seguir avanzando.

La adicción a las experiencias místicas
Durante la meditación puedes llegar a experimentar estados alterados de conciencia de gran gozo, intensidad y felicidad profunda. No te obsesiones con volver a alcanzar esos estados porque es impredecible. Ábrete a ellos pero no los persigas demasiado porque podría ser causa de decepción y desmotivación, especialmente porque cuanto más los persigues más te rehúyen.

La inflación del ego
Incluso puede parecerte que has alcanzado la realización (comprensión profunda) del sentido de la vida y cosas así. Puede que hasta te creas que has alcanzado la iluminación o el despertar. No te entusiasmes demasiado y sigue practicando. Lo que importa es cómo aplicas todo eso a tu vida cotidiana y a tus relaciones con las demás personas.

Abandonar tus responsabilidades
A veces, ciertas experiencias místicas o "realizaciones" (como la experiencia de la vacuidad o que la realidad no existe tal como interpretas) pueden conducirte a observar el mundo de una manera "pasota", como si no fuera contigo, como si tú ya estuvieras más allá, y abandonar tus responsabilidades. Te equivocas, eso no te acerca más al camino espiritual sino que te aleja de él. Practicar la sabiduría en los conflictos cotidianos muchas veces es más difícil que retirarse a una cueva a meditar, fuera del mundanal ruido.


lunes, 17 de agosto de 2015

ENTREVISTA A MARIANA CAPLAN (I)


PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD

La psicología y la espiritualidad se complementan”.
Entrevista de Mariè Morales a Mariana Caplan
Fuente: www.crecejoven.com


Mariana Caplan es doctora en Filosofía, Psicología y Antropología; colaboradora habitual en radio y televisión, escritora y consejera. Nacida en Washington, ha estudiado y vivido en varias comunidades de Centroamérica, Estados Unidos, la India y Europa. Profesora universitaria, imparte clases en el Instituto de Estudios Integrales de California. Es autora de "¿Necesitas un gurú?" (Hara press) y "A medio camino" (Kairós), entre otros. Su página web es www.realspirituality.com

Solemos entrar en alguna práctica espiritual porque queremos ser más felices, sufrir menos, tener más poder o ser especiales. Pero la práctica en sí misma es inteligente y acaba mostrándote las verdaderas razones. Y te acaba transformando. A ti y al mundo en el que vives”.



¿Qué es eso de "la iluminación"? ¿De qué hablamos cuando hablamos de maestros, maestras, gurús o personas iluminadas? ¿Existe ese estado que en la literatura espiritual o filosófica se da en llamar el "despertar" o la "iluminación"?

Si haces una pequeña encuesta por la calle, la mayoría de personas se imaginan a una especie de buda, una santo o santa, tal vez un "pirado" que vive en la Inopia, en otro mundo, medio dormido (o dormido entero) a las emociones, a las sensaciones, lo cual comúnmente se considera un auténtico desperdicio de la experiencia y la magnífica oportunidad de vivir. Y sin embargo, por definición, se trata de un estado de "despertar" del sueño de la ignorancia, de "iluminación" de una vida sombría. Sabiduría, pues, luz e intensidad.

¿En qué consiste la iluminación?

Es un término que se ha utilizado demasiado y supongo que ha acabado perdiendo su sentido. Mucha gente imagina algo transcendental, aparte o fuera del mundo. Pero, en realidad, las personas iluminadas (y no hay muchas que yo haya conocido) son gente de gran compasión, dedicación y servicio, que utilizan su vida para ayudar a las demás. Aunque no necesariamente ayudarlas en sus objetivos más materialistas, sino a ser más felices. Pero son personas que continúan enfrentando los desafíos humanos (enfados, dolor, tristeza), solo que han aprendido a afrontarlos de una manera especial. Con madurez espiritual, que no es lo mismo que madurez humana.

¿Cuál es la diferencia?

En la madurez humana (el crecimiento personal), yo tengo aspiraciones de ser una buena persona, de superarme. En el crecimiento espiritual, podemos llegar a percibir aspectos del espíritu muy profundos. Son realidades que no se pueden entender completamente solo a través de la mente, si no tienes una experiencia personal. Por ejemplo, comprendes que nuestra percepción de lo que es un ser humano está muy limitada, que la realidad humana es mucho más grande y profunda. Te conecta con un cierto tipo de sabiduría (no mental ni intelectual) que te permite no solo disfrutar de la vida a un nivel más intenso sino también hacer un trabajo interno de transformación.

¿Disfrutar más, dices? La imagen de la persona iluminada que no siente ni padece ¿es entonces un tópico?

Pues sí: no es que dejes de sentir sino que desarrollas una capacidad de sentir más cosas; tus percepciones son muchas más, más diversas y más intensas. El mundo que te envuelve se transforma por el mero hecho de que ha tenido lugar una transformación en ti.

¿Cómo se traduce esto en la práctica? ¿Qué le aporta a la vida cotidiana?

Uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el ser humano a lo largo de su vida consiste en cómo manejar las emociones. Aplicándote en las prácticas espirituales, poco a poco aprendes a manejar esta realidad; a percibir más y, al mismo tiempo, a manejar el mundo emocional que normalmente te domina. A mi manera de ver, esta es la aportación más valiosa, mucho más que experimentar "viajes místicos", que suele tener lugar al principio, pero cuidado, porque se puede convertir en una trampa. Yo creo que los frutos del camino espiritual tienen mucho más que ver con la capacidad de servir al mundo de una manera efectiva que con cualquier estado de alteración de la conciencia, por atractivo y placentero que resulte.

¿Cuál debería ser, pues, la motivación para iniciarse en la práctica espiritual? ¿Existen motivaciones egoístas o equivocadas?

Normalmente, al principio las motivaciones no son muy puras, pero no importa. Solemos entrar en alguna práctica espiritual, la que sea, porque queremos ser más felices, sufrir menos, tener más poder o ser especiales. Sobre todo, porque queremos salir del sufrimiento. Lo bonito del camino es que la práctica en sí misma es inteligente y acaba mostrándote las verdaderas razones. Solo tienes que meterte, con cualquier motivación, quedarte en una práctica concreta (rechazando la tentación de ir de aquí allá, picoteando en una escuela y en otra) y la práctica en sí misma te acaba transformando. Pero atención, el proceso puede requerir años.

Incluso la mejor motivación, de servicio a las demás personas, puede esconder algo de vanidad, de deseo de poder. ¿Cómo detectarlo?

Es bastante probable. Si una persona es vanidosa, aparecerá la vanidad en cualquier cosa que haga, incluida la práctica espiritual; si es insegura, lo mismo. Y lo mismo si es egocéntrica, feliz, depresiva, etc. Pero no pasa nada, el camino te enseñará a detectarlo y a trabajarlo. En general, casi siempre empezamos de una forma ingenua, insegura y arrogante. Escuchamos esos conceptos de humildad, servicio, desapego, etc. y nos parece que los entendemos, al menos intelectualmente. Pero en la práctica nos salen mezclados con todas nuestras tendencias personales.

¿Cómo detectarlas, trabajarlas?

En primer lugar, con valentía, honestidad y humildad, porque si no, no vamos a poder verlas. Y, no menos importante, ojalá que cuentes con buenos amigos y amigas espirituales que te ayuden, lo que en budismo se conoce como la Sangha. Siempre recordaré que en los primeros años de mi práctica (debía tener unos 26 años) compartía una habitación con una monja de 65 años, que llevaba años de experiencias y retiros; para mí era una maestra. Al final de la semana me preguntó qué de negativo había visto en ella durante la convivencia. Me impactó: con su edad y su experiencia aún estaba abierta a las percepciones de una chica de 26 años, prácticamente recién llegada. Para hacer una pregunta así hay que ser valiente y arriesgarse a oír cosas que no te van a gustar. Pero es la única manera de afrontarlas y trabajarlas.

¿Tan importante es la atención y la autoindagación? ¿No corres el peligro de deprimirte?

Seguro. En el camino espiritual hay mucho espacio y ocasiones para la autodecepción, porque somos seres inseguros e inflados a la vez. Pero hacerse las preguntas adecuadas y vivir con ellas es muy conveniente. El autoconocimiento es imprescindible, y para ello se requiere mucha humildad y la voluntad de pedir la opinión de quienes te rodean. Eso es lo que te ayuda a mantenerte centrada, porque si no, hay muchos riesgos de perderse en el camino. A mí me interesa mucho la psicología y nunca he abandonado ese campo de estudio, que fue con el que empecé. Creo que la psicología y la espiritualidad se complementan.

¿Qué diferencia hay entre las experiencias místicas y la iluminación?

Las experiencias místicas son una especie de estados alterados de la conciencia, una experiencia de conexión con una realidad no material y que interpretamos como sagrada, de conexión con Dios o la Unidad o como quieras llamarlo. La iluminación es un estado de comprensión de las cosas más allá de su apariencia, un tipo de comprensión que te transforma.



... mañana la segunda parte....