jueves, 3 de marzo de 2011

¿ESTOY A TIEMPO DE CAMBIAR?


Muchas veces cuando, por ejemplo, oímos en una conferencia que tenemos que ser más comprometidos, que hay que cambiar, que tenemos que estar más cerca de los pobres…. nos miramos a nosotros mismos y vemos todo lo que nos falta para acercarnos un poco a ese ideal que Jesús nos propone. Y nos preguntamos ¿estoy a tiempo de cambiar?, ¿puedo hacerlo? ¿cómo he de hacerlo?

En muchas cosas nos parecemos a Zaqueo. Somos pequeños jefecillos en el trabajo, en nuestra casa, entre los amigos, nos gusta mandar, ser visto como alguien que atrae, que dirige… y además somos ricos. Algunos diréis: yo no soy rico, tengo una vida bastante austera, no tengo lujos… ¿De verdad? Pensad en los que viven en África y no tienen ni agua. A su lado somos ricos.

Pero Zaqueo, a pesar de ser así, quiso ver a Jesús. Nosotros, aunque dejemos mucho que desear, también queremos ver a Jesús, pero nos lo impide nuestra baja estatura moral y también la gente, porque tenemos mucho respeto humano y muchos prejuicios sociales. Nos resulta difícil subirnos al árbol. Así que, no es fácil conseguir ese cambio.

Zaqueo con sencillez lo sigue buscando y se sube a un árbol aunque su dignidad se lo desaconsejaría. Pero lo quiere ver. Y entonces descubre que también Jesús le está buscando a él. A nosotros Jesús también nos está buscando Hemos de estar atentos, puede ser en ese momento en que estamos oyendo la conferencia o ahora al leer este texto cuando nos demos cuenta que Jesús nos busca y no podemos dejar escapar el momento.

Muchos de nosotros estamos muy instalados. Lo que pasa no es que no podamos cambiar, es que no nos lo proponemos, ya nos sentimos suficientemente justos, aunque de la boca para fuera nos llamemos pecadores. Pero Jesús vino a salvar a los pecadores, no a los justos, así que quizá por eso no dejamos que Dios nos encuentre. San Lucas dice que Jesús vino “a buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc. 19 1-10).

Si no nos encontramos con Jesús nuestra vida no tendrá calidad, ni humana ni cristiana. Siempre estamos a tiempo. Aquí os dejamos el árbol al que subirnos, pero ya veis que para subir a este árbol necesitamos ayuda. Alguien nos ayudará.

Huellas

2 comentarios:

  1. De la reflexión de Huellas quiero destacar eso de "busquemos a Jesús" y no porque se esconda sino porque llegar a Él, sentirlo cerca es vivir el evangelio y eso es difícil, es para gente valiente, desacomodada, que ve más allá de las propias narices, que se siente cerca de los demás, que no basa la vida en el bienestar sino en bienser,...pero que sabe que ese es el camino que más llena: el que me hace feliz

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