3ª SEMANA DE ADVIENTO: SED MANSOS Y HUMILDES DE CORAZÓN : ALEGRÍA

Hoy leyendo un texto evangélico se nos decía: Sed mansos y humildes de corazón y encontraréis el alivio para vuestras almas. Pero lo que vemos es distinto. Cada vez hay mas grupos de indignados y no nos referimos a los que están en Madrid, en Sol, sino en los que se sienten indignados por la existencia de los “indignados” y por todos los movimientos “revolucionarios” que vemos en torno nuestro y que piensan que van a cambiar nuestros valores cristianos.

La palabra latina revolutio significa poner del revés. A los largo de la historia hemos visto muchas revoluciones, algunas han provocado cambios importantes, pensemos en la Revolución Francesa o en la Rusa, que pusieron todo del revés… Aunque nunca el cambio ha sido definitivo.

Ante esto nos preguntamos ¿es el cristianismo es un movimiento revolucionario?

Nuestra contestación es SI. Pero hemos de entender cómo es esta revolución. Siempre pensamos que una revolución es la que cambiará todo lo que nos rodea, lo externo, pero el cristianismo es otra cosa. Lo que nos cambia es nuestro interior, nuestro pensamiento y nuestra manera de ver el mundo desde el corazón. Sólo lograremos que el mundo cambie cuando lo veamos con los ojos de Dios, cuando consigamos que nuestro corazón esté en paz con el mundo y nos hagamos mansos y humildes de corazón.

Ya en la época de Jesús los judíos esperaban un salvador revolucionario que los pusiera en la cabeza del mundo. Pero Jesús vino a cambiar el corazón de los hombres para que nos veamos unos a otros con los ojos de Dios. Dejemos de estar indignados con los indignados del mundo y procuremos transmitir nuestra ALEGRÍA, nuestra humildad, nuestra compasión y nuestro amor a todos los que nos rodean. Sería un buen propósito para esta tercera semana de Adviento.

Huellas