domingo, 16 de enero de 2011

VER A DIOS TRAE CONSECUENCIAS

Iglesia Cristo La laguna, Tenerife
El Evangelio de este domingo, Jn 1, 29-34, nos habla Juan Bautista de Jesús y lo que experimentó al bautizarlo. Vio claro que bautizaba al Mesías y por eso concluye: “Y como lo he visto, doy testimonio de que él es el Hijo de Dios”.

La fe no es una ilusión ni un invento para poder vivir “en esta valle de lágrimas” con alguna esperanza. La fe es una realidad que, aunque no podemos aprehender, somos capaces de sentirla dentro, de hacerla nuestra, de quererla.

Todos tenemos la posibilidad de tener fe, todos tenemos dentro de nosotros las capacidades necesarias para llegar a descubrirlas. No lo puedo entender de otra manera.

Hoy nos habla Juan de su fe: he visto al Hijo de Dios. ¿Cómo es posible que antes no se diera cuenta siendo familia? ¿Por qué lo descubrió al bautizarle? Podríamos apuntar muchas explicaciones, pero lo que nos interesa destacar es que hubo un momento, en este caso el bautismo, que fue el detonante del hallazgo. Y Juan es testigo de lo que vio. Y así lo transmite.

Cada uno de nosotros tenemos nuestro momento. Ese instante, en unas personas, o ese proceso, en otras, en el que descubrimos quien es Dios y nuestra relación en Él.

Y una vez que esto ha ocurrido, no podemos desprendernos de Él. Es el mayor hallazgo. Pero es también el más comprometido. A partir de ahí, se acabaron las excusas, las perezas, las murmuraciones, los juicios… Y empieza la cercanía, la bondad, la entrega, la humildad…

Tu, internauta anónimo que visitas este blog, ¿has tenido ese instante? ¿estás en ese proceso? ¿has visto a Dios?

Nos gustaría que nos contases tu experiencia.

Interior Iglesia Cristo La Laguna Tenerife

1 comentario:

  1. ¡Cómo me gustaría tener la valentía de quien ha escrito esos versos que aparecen en las fotografías! San Francisco de Asís leyó el Evangelio, lo entendió y la puso en práctica. Todo un ejemplo.

    ResponderEliminar