sábado, 8 de enero de 2011

NO SOY VALIENTE



Durante años me he sentido un náufrago que salía a la mar a buscar nuevas islas, nuevos horizontes. Una especie de Robinson Crusoe. ¡No creáis que no era arriesgada mi osadía!. Esa osadía que te deja a la intemperie, al arbitrio de cualquier ola o golpe de mar.


Ha sido al comienzo de este invierno cuando he descubierto que me he pasado la vida huyendo. Huyo de lo que no me gusta. De ese ambiente familiar que se me hace insoportable. Huyo de esa carrera que fui incapaz de terminar. Huyo de Laura, que me dejó cuando yo pensaba que la cosa estaba hecha. Huyo del trabajo que me tiene atrapado en una ruleta tediosa. Huyo de mi propia torpeza, falsa, triste y mezquina.


Una y otra vez la mar, tan savia y elocuente, me devuelve a la orilla. Parece decirme: “No huyas, amor, y sé valiente”.


He decidido poner mi caso en manos de mi propia consciencia. ¡Por si me atrevo a encarar mi realidad!

2 comentarios:

  1. Quizá lo más difícil sea encarar nuestra propia realidad. ¡Que fácil es analizar a los demás y qué difícil es ver cómo realmente somos! Quizá este principio de año sea un buen momento de atrevernos a entender cómo somos. Hemos de mirar a nuestro propio yo sin suavizarlo para ir mejorando y encontrarnos. En última instancia estamos sólos. Únicamente Dios nos da vida a todos.

    ResponderEliminar
  2. Me he dado cuenta que ante las dificultades me echo para atrás, me he dado cuenta que tengo que echarle más ganas y sobre todo más valor, me he dado cuenta que si soy valioso ¿por qué cobarde? Puri

    ResponderEliminar