viernes, 20 de julio de 2012

LA TELE






Yo descubrí la tele hace muchos años, entonces no se podía hacer zapping, solo había un canal, a veces aparecía un letrero en el que se nos pedía disculpas, por la interrupción de la emisión y que permaneciésemos atentos a la pantalla. Pronto aparecieron diferentes programas, series que nos tenían enganchados a todos.

Pero poco a poco la tele no solo estaba en el salón, entró en la cocina, en el dormitorio de los padres, en el de los niños y ahí comenzó el gran problema. Algunos padres descubrieron el valor anestésico del gran invento, para que los niños no diesen guerra bastaba con sentarlos delante de la tele y era el canguro asegurado.

La tele ha pasado a ser en muchos hogares un instrumento muy necesario y hasta un ejemplo para nuestros niños y jóvenes que poco a poco les va uniformando el cerebro con la cantidad de basura que emite, en la que prima el dinero, el poseer, el triunfar, la falta de educación y de respeto, también hay programas interesantes, aunque son los menos.

Ahora, en el tiempo de las vacaciones, podemos arrinconarla y que no presida nuestras comidas, ratos libres para poder dedicar ese tiempo al diálogo familiar en el que compartamos nuestras experiencias, proyectos juegos…

Creo que todos saldremos muy beneficiados.

Arián

1 comentario:

  1. Me atrevo a decir que hoy, más que la tele, lo uqe consumen los jóvenes son los ordenadores y las videoconsolas. Son instrumnetos excelentes que, sin embargo, se están usando abusivamnete, y ahí está su tragedia.
    La tele, tiene razón Arián, se convirtió en elc entro de atención que echó por tierra el diálogo. La tele, que cosntituye una livio para muchos hogares que no sabrían qué hacer sin ella, es también un medio excelente que habrá de estar en su lugar justo. Pude servior para formar opinión, para saber las noticias, ver el deporte, disfrutar de una película o recrearse con un documental o enteretenerse con u progrma divertido. Está muy bien. Pero, no puede, mejor no debiera sustituir, totalmente, el diálogo familiar. El verano es un buen tiempo para refrescar ese diálog. IRIS

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