"Dichosos los que saben reirse de si mismos, porque nunca terminarán de divertirse.
Dichosos los que saben distinguir una montaña de una piedra, porque evitarán muchos inconvenientes.
Dichosos los que saben descansar y dormir sin buscar excusas, llegarán a ser sabios.
Dichosos los que saben escuchar y callar; todos los días aprenderán cosas nuevas.
Dichosos los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio; serán valorados por sus vecinos.
Dichosos los que están atentos a las urgencias de los demás, sin sentirse indispensables; serán permanente fuente de alegría.
Dichosos los que sepan interpretar con benevolencia las actitudes de los demás, aún con las apareciencias; serán tomados por ingenuos, pero es el precio justo de la caridad.
Dichosos los que sepan mirar seriamente las cosas pequeñas y tranquilamente las cosas importantes; llegarán lejos en esta vida.
Dichosos los que sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire; su camino estará lleno de sol".
(Tomás Moro. Escribió "La utopía" y fue asesinado por Enrique VIII).
Bonitas bieneventuranzas. Quizá Jesús y hubiera vivido hoy habrá escrito algo parecido. Gracias por hacernos pensar. Un abrazo
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