Iglesia San Pedro de los Huertos |
Este domingo celebramos la Fiesta de Pentecostés. El Evangelio de Juan 20, 19-23 dice así:
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
— Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
— Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
— Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
A la luz de este evangelio tres cosas queremos comentar:
Una.- Los discípulos estaban reunidos porque tenían miedo. Siguen desconcertados. No aciertan a saber qué es eso de la resurrección. El Maestro ya no está o está de una forma que no entienden. Es comprensible. La duda siempre irá unida a la fe.
Dos.- El saludo de Jesús: la paz esté con vosotros. Es una fórmula que utilizamos mucho los cristianos. De tanto oírla puede decirnos poco. Pero es una fórmula magistral para desear a alguien lo mejor. Que la paz sea contigo, quiere decir que seas feliz, que el amor gobierne tu vida, que eres hermano de todos los seres humanos, que confíes en el Señor.
Tres.- Recibid del Espíritu Santo, dice Jesús. Esto significa que Jesús sigue con nosotros, que no estamos solos, que contemos con Él, que nos pongamos en sus manos. No lo entendemos desde la razón sola. Pero sí nos aproximamos al misterio desde la fe razonada. Quien se apoya en un ser superior sabe que tiene la dificultad más grande del camino ganada. Al menos vence el miedo y va de frente. Así somos los cristianos: personas que creemos que el Espíritu Santo está con nosotros. Entre otras cosas, por eso en los Equipos, rezamos tan a menudo la oración del Espíritu Santo.
Ven espíritu santo,
Estate con nosotros,
Ayúdanos a vencer el miedo,
A ir por la vida de frente
A sonreír en las adversidades
A escuchar al que está cerca de nosotros
A amar sin calcular.
Iglesia San Pedro de los Huertos, interior |
No hay comentarios:
Publicar un comentario