miércoles, 18 de mayo de 2011

A PROPÓSITO DE LAS ELECCIONES DEL PRÓXIMO DOMINGO

¿Por qué votar el 22 de mayo en las elecciones municipales y autonómicas? ¿Para qué? ¿Por quién?

En la redacción de nuestro blog, muy de mañana, hemos recibido un e-mail sorprendente, diciendo algo así: “salvo razones muy poderosas, no pienso votar en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo; estoy más allá de la cresta del gallo que chulea por las alturas de la iglesia de San Isidoro..”.

No sabemos si vamos a encontrar razones poderosas que hagan recapacitar a nuestro internauta sobre la importancia de votar en unas elecciones, pero al menos vamos a intentarlo, conscientes de que corren malos tiempos para la cosa pública.


1º.- Merece la pena votar para que nadie vote por ti. Tu voto es único y tiene valor, tanto lo deposites en una urna o te lo guardes en el bolsillo o lo utilices para ir al baño. Pues si tiene valor, mejor meterlo en una urna y que nadie manipule tu intención o cuadre con unas reglas matemáticas tu rabia y apatía.


2º.- Claro que los políticos/as dejan mucho que desear, que los casos de corrupción son demasiado habituales, pero tú y yo, ¿no dejamos también que desear? ¿No tenemos goteras y piedras en el zapato? Ellos son gente de nuestros pueblos y ciudades, en muchos casos ni peores ni mejores que nosotros. Y si fueran tan indeseables y malvados, ¿a qué esperamos los demás a presentarnos?


3º.- ¿Para qué votar si todos son iguales?. Déjame contestarte con otro par de preguntas: ¿seguro que todos son iguales?. ¿No va a haber nadie a tus ojos alguien MEDIO honrado, sensato, honesto, justo, razonable, porque no me vas a hacer creer que los demás somos enteramente legales y guays?.


4º.- Los asuntos de la ciudad, del pueblo, de nuestra comunidad autónoma, nos pringan a todos, porque a todos nos salpican. ¿Es igual promover unas actividades o servicios que otros? Hay distintas opciones, distintas posibilidades. Elige la que más te convenza o la que menos te chirríe. Por autoestima, por dignidad contigo y con los tuyos.


5º.- No sé si votando solucionaremos algunos de nuestros problemas, lo que sí sé es que dando la espalda, huyendo, los engordamos, los postergamos o los negamos. ¡Ojalá votáramos cientos de veces y no sólo cada cuatro años!. ¡Ojalá que cada poco nos consultaran si queremos esto o lo otro o lo de más allá!. ¡Ojalá tú yo fuéramos ciudadanos activos, críticos, responsables!.


6º.- La política – la forma de organizarnos la vida en común – es un asunto demasiado importante como para dejarlo sólo en manos de los políticos, de los cuadros de los partidos, del sanedrín de los mandamases. Tú y yo somos tan importantes como ellos, ¿o no?.


7º.- En la naturaleza hay variedad de colores, igual que entre los grupos humanos. No sabría decirte quiénes son mejores o quienes peores, donde están los lobos, donde las cabras o los corderos. A lo mejor tampoco importa. Lo que sí importa es que nos pronunciemos, que elijamos, aunque metamos la pata o no lo hagamos cien por cien convencidos.


8º.- No te olvides que la política es algo más que Zapatero, Rajoy, Cayo Lara o los leonesistas o nacionalistas de otras tierras. En parte y digo sólo en parte, es lo que tú yo y muchos más decidamos hacer con nuestro voto el día 22 de mayo, aunque sea en blanco o nulo.



9º.- ¿A quién votar?. Al que creas que lo puede hacer mejor al servicio de los demás, especialmente de los más débiles, de los que menos recursos tienen, de los parados, los desprotegidos, los vagabundos, los ex presos, los drogatas, los cientos y cientos de hombres y mujeres que les cuesta llegar a final de mes. Ten en cuenta una cosa: no hay recetas para el bien y la solidaridad. Si las hubiera tontos seríamos el no seguirlas. Los que tienen las pelas se empeñan en que votemos en una dirección, pero no te fíes mucho de los que tienen la cartera llena. ¡A lo peor ellos son los causantes de algunas sangrías que actualmente ocurren!.


10º.- Ten en cuenta, en fin, que la Verdad tendrás que buscarla en tu interior, a la luz de la Palabra y la oración que te iluminarán.  Si lo haces así, estoy seguro que acertarás con la decisión que tomes.  

No sé si he logrado sembrar alguna duda en tu decisión previamente tomada de no votar. Sí lo he intentado, con el ánimo alegre de encontrarme contigo, amigo internauta desconocido, en la sede del colegio electoral buscando nuestros apellidos en el Censo del Tablón de anuncios del Instituto para saber en qué Mesa podemos y queremos ejercer nuestro voto responsable y crítico. Seguro que no habremos cambiado el mundo, pero, nadie, nadie nos podrá tildar de pusilánime.

1 comentario:

  1. Buen razonamiento. Es verdad que los políticos dejan mucho que desear, pero no todos y además ¿por qué si somos honrados no nos presentamos nosotros para limpiar la política de corrupción? Los laicos estamos en el mundo y en él debemos actuar, también en política. En vez de criticar, actuemos.

    ResponderEliminar