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| encina en todo su esplendor |
Las reuniones de los equipos de Nuestra Señora, no pueden ser nunca una mera reunión de amigos que se juntan de vez en cuando a compartir una merienda, un espectáculo, o simplemente una tertulia, que indudablemente puede ser muy amena, o divertida.
Las reuniones de los equipos de Nuestra Señora, deben ser algo más que una simple reunión de amigos. Debe ser una reunión de amistad, de fraternidad, de estar reunidos en nombre de Jesús, de amor hacia los componentes del equipo y en general el amor hacia los demás.
La lección más difícil de aprender es el amor incondicional pero en el interior de cada uno de nosotros hay una capacidad inimaginable para la bondad, para dar sin buscar recompensa, para escuchar sin juzgar, para amar sin condiciones.
El verdadero amor incondicional se puede encontrar en el matrimonio, en los equipos de Nuestra Señora, o en un simple acto de amabilidad hacia alguien que necesita ayuda.
En definitiva el amor incondicional es nuestra conexión con Dios y con nuestro prójimo.
Longinos y Mª José
Es cierto el amor incondicional es lo único que hace mover al mundo. Y en la reunión de equipo ésto se da. Amamos al otro sin esperar nada a cambio, porque en él vemos a Dios.
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