FIESTA DE NAVIDAD ENS LEON

El sábado 18, de 19 a 23,30, tuvimos, en la Casa de Ejercicios de los PP Dominicos de la Virgen del Camino, la fiesta de Navidad de los Equipos. Con asistencia desigual –junto a equipos que estuvieron al completo hubo algún equipo que no tuvo representación-, con cámara y fotógrafo, ochenta personas disfrutamos y participamos en una fiesta de villancicos, representaciones y pastorada. Porque la velada fue, fundamentalmente, emotiva y participativa. Ocho equipos salieron al escenario a deleitarnos con sus aportaciones –villancicos tradicionales, villancicos en tono de humor, canto del ramo de León, poemas de autores consagrados, de familiares y propios- y pusieron canción, humor, poesía y oración. Cuatro ingredientes para un buen pastel. Resultó dulce y de buen paladar.

Después, el Equipo Sector –sus once integrantes ¡muchas gracias!- pusieron en escena una pastorada: María, José, el Niño y el angel (que vino caído del cielo), los posaderos -¡qué malos eran!, pero había que mantener la tradición- y los pastores –nueve, mandados por el más grande, el Rabadán- representaron sobre el escenario y por toda la sala el nacimiento del Niño, el anuncio a los pastores y la adoración con entrega de regalos. Todo ello desde la sencillez de los que ven que algo extraordinario ha ocurrido y acuden a ver qué es. El ¡oh! ante la presencia del Niño fue el punto culminante de la representación. Con eso es suficiente, hemos visto a Jesús y eso nos ha llenado. Una pastorada muy emotiva porque estuvo dedicada a su autor, Pablo Sandoval –padre de Toñy- que fue su autor -no pudo estrenarla-, quien desde el cielo, estuvo disfrutando de ella.

Eso es lo que quisimos que fuera. Un acto de admiración ante el nacimiento de Jesús. Salir de la rutina y admirar el gran acto de Dios: su encarnación. Hubo emoción, hubo alegría, hubo fiesta, hubo calor. El Magnificat, todos cogidos de la mano, corroboró, que tenemos en los Equipos un medio idóneo para estar alegres y transmitirlo a la vida de cada día.

Y la fiesta continuó con la cena. Mucho bullicio, canciones, villancicos, dulces hicieron que nos sintiésemos a gusto. Pero aquello tenía que acabar. La gran helada que estaba cayendo, -4º,  la sentimos menos porque salimos con mucho calor por dentro y por fuera. Ese calor no podemos apropiárnoslo y guardarlo. Qué bueno sería que los que están a nuestro alrededor lo sintieran.

 

Esta fue la fiesta de la Navidad. Así lo sentimos y así os lo transmitimos. Un abrazo a todos.