jueves, 27 de noviembre de 2014

DIOS MISERICORDIA


Cuando Dios, Jesús, vino al mundo, lo hizo para enseñarnos palabras nuevas. Porque su revelación no está cerrada, sino que nos dejó al Espíritu para enseñarnos que el amor se recrea continuamente y quiere seguir hablándonos en el mundo de hoy.
Por eso también, este tiempo, es tiempo de escuchar. En el evangelio nos hablan de las noches en que Jesús se retiraba para escuchar a Dios. Y allí, callado ante su Palabra, se fortalece para poder seguir usando palabras nuevas que nos lleguen al corazón. Si Él lo necesitaba ¿cómo no vamos a necesitarlo nosotros?
Que Dios nos ilumine para que cada día encontremos palabras nuevas que hablen de amor.
Abracémonos unos a otros en la mano del Padre que nos ama y escuchemos su voz.
Habla Señor que tu siervo escucha…

Huellas

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