miércoles, 19 de noviembre de 2014

22 DE NOVIEMBRE MANIFESTACIÓN POR LA VIDA


POR QUÉ HAY QUE IR A LA MANIFESTACIÓN DEL DÍA 22 DE NOVIEMBRE

Hay que ir a la manifestación del 22N en defensa de la vida y la maternidad… ¡porque podemos ir! Esta es la principal razón. Cuando está en juego algo fundamental como es la defensa de la vida, todos debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para coadyuvar a que triunfe el bien.
Dado que los españoles contamos con un instrumento de participación democrática de amplio impacto en la opinión pública y capacidad de influencia, como es el derecho de manifestación, nuestra obligación es ejercitarlo para intentar influir para que la defensa de la vida siga presente en el debate político español y se avance en leyes y políticas públicas comprometidas con la vida.
Obviamente no se agota nuestra responsabilidad con la causa de la vida con el hecho de manifestarnos, pero parece claro que hoy, aquí y ahora, que la opinión pública española y –en particular- los legisladores y gobernantes vean de forma impactante que son millones los españoles que no están dispuestos a acostumbrarse al aborto y a las leyes injustas en esta materia, es muy importante. De no lograr este impacto, es fácil prever –tras el anuncio del Presidente del Gobierno de renunciar a derogar la vigente legislación- que el aborto y la defensa de la maternidad desaparecerán del debate público español por décadas …como sucede en otros países de nuestro entorno. Si no logramos -con el impacto público de cientos de miles de personas en la calle- que los políticos vean que a muchos este tema nos importa de verdad, la causa de la vida pasaría de nuevo al silencio y correría serio riesgo de perder vigencia pública en España. Debemos hacer lo que está en nuestras manos para evitar este retroceso. Y en nuestras manos está manifestarnos, salir a la calle.
Cuando miles de vidas están en juego, cuando miles de mujeres se juegan estar solas ante la tentación del aborto, cuando está en discusión que el Estado se degrade renunciando a defender bienes morales básicos como la vida humana, cuando lo que está sobre la mesa es algo esencial para la calidad ética de nuestra sociedad, … los ciudadanos normales tenemos la obligación de hacer todo lo que está en nuestras manos para evitar lo peor. Y en nuestras manos está manifestarnos. Por eso debemos manifestarnos.
La manifestación del 22N pretende ser una conversación amable, pero exigente, con los 48 millones de españoles: los manifestantes, con la fuerza del número y el impacto de la multitud en la calle, vamos a decirle a toda la sociedad española y –en particular- a nuestros gobernantes, que la vida del pequeño no nacido nos importa y no queremos dejarle indefenso, que las embarazadas tentadas de abortar cuentan con nuestro apoyo solidario para apostar por la maternidad, que no estamos dispuestos a consentir que el Estado renuncie a proteger la vida y la maternidad, que no nos es indiferente que se deroguen las leyes injustas o no.
En el futuro nuestros hijos y nietos, cuando ya la banalización del aborto sea un triste recuerdo en la historia de los horrores de la humanidad, nos preguntarán: papá, abuelito ¿tu que hiciste para evitar aquel horrible holocausto silencioso del aborto que existía cuando tu eras joven? Les diremos: yo estuve el 22N en las calles de Madrid dando testimonio de amor a la vida y de apoyo a la mujer embarazada y exigiendo a los políticos leyes justas. Esto es lo que cabe esperar de cada uno de nosotros: que hagamos lo que podemos hacer. Y, hoy y ahora, lo que podemos hacer es salir a la calle y no callar.
Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, señala cinco razones muy poderosas par acudir a la manifestación:
1.- La fuerza de la rogativa
»Jesucristo dijo que "cuando dos o más se unan para pedir algo, mi Padre que está en el cielo acogerá especialmente esa petición".
2.- Clamor de los inocentes
»En segundo lugar, hay una razón añadida que es clamor de los inocentes. La sangre de los inocentes llega a Dios; clama a Dios. El clamor de los inocentes tiene que llegar también a nosotros. El que haya más de 100.000 niños que anualmente se han sacrificado en esta nación y nosotros permanecemos indiferentes; no puede ser.
3.- Hay que testimoniar la defensa de la vida y ser signos que entren por los ojos
»Hay otra razón: tenemos que ser signos que entren por los ojos. Dice san Pablo que "la fe entra por el oído", y también por los ojos. La sociedad necesita ver que una parte importante de la población se moviliza en favor de la vida. Hay que testimoniarlo. No podemos quedarnos cómodamente en nuestras casas sin testimoniarlo.
4.- Tenemos que despertar de nuestro letargo
»Más razones: Tenemos que despertar de nuestro letargo. Existe una tentación de mediocridad, de no reaccionar, de no ser protagonistas de la Historia. La tibieza de los cristianos es uno de los mayores lastres que obstaculizan la llegada del Reino de Dios.
5.- Necesitamos confortarnos mutuamente
»Por último, necesitamos confortamos mutuamente. El vernos un tanto solos puede ser motivo de tentación de desesperanza.

»Hay razones importantes para acudir a la manifestación del 22 de noviembre. ¿Si nos nos movilizamos en defensa de la vida y de la maternidad, qué otra causa nos puede poner en marcha?


CONFERENCIA EPISCOPAL


En el discurso de inauguración de la Asamblea Plenaria, que se está celebrando desde el lunes 17 de noviembre hasta el próximo viernes 21 de noviembre en Madrid, el Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española ha abordado cuestiones de actualidad social y eclesial, entre las que destacan sus palabras sobre la corrupción y el derecho a la vida de los más débiles

Necesitamos una regeneración moral
Mons. Blázquez ha afirmado que “no podemos inhibirnos de la situación de la sociedad de la que formamos parte y a la que queremos servir. Es una convicción generalizada y un clamor que resuena en todos los rincones, el que necesitamos como pueblo una regeneración moral. La noticia de tantos hechos que nos abochornan, desmoralizan y entristecen debe llevarnos a detectar las causas y a cambiar el curso de las cosas (…) Sin conducta moral, sin honradez, sin respeto a los demás, sin servicio al bien común, sin solidaridad con los necesitados, nuestra sociedad se degrada (…) ¡Cuánto despiertan, vigorizan y rearman moralmente la conciencia, el reconocimiento y el respeto de Dios!”.

 No es un tumor, sino un hijo
 Sobre la retirada por parte del Gobierno del proyecto de ley en defensa del niño concebido y no nacido, y de la ayuda a la madre que se siente angustiada ante el nacimiento de su hijo en gestación, el Presidente de la CEE ha señalado que en su día fue un hecho que nos entristeció y desconcertó, y que hoy “continuamos padeciendo el mismo desconcierto y reclamando lo prometido en el programa electoral” (…) “¿Cómo es posible –se ha preguntado Mons. Blázquez- que el Tribunal Constitucional no haya respondido todavía al recurso que hace cuatro años le fue presentado contra la segunda ley del aborto? Los cristianos, junto con otras muchas personas, queremos que la persona nunca sea considerada como medio, sino como fin.  (…) Con predilección queremos defender la vida de los más débiles, entre los que se encuentran los niños concebidos y no nacidos. También a estos debe llegar la defensa de los pobres y excluidos. La ciencia enseña que desde la concepción hay un tercer ser humano distinto de los padres. No es un tumor, sino un hijo. Deseo que cuanto antes sea cambiada eficazmente la legislación en el sentido de defender la vida de los niños en camino y de ayudar a las madres para llevar a término el embarazo”.




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