sábado, 22 de noviembre de 2014

DIOS, PADRE BUENO, CONTESTA NUESTRA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO





Hijo mío, que estás en la tierra,

preocupado, solitario, tentado.

Yo conozco perfectamente tu nombre

y lo pronuncio como santificándolo,

porque te amo.

No estás solo, sino habitado por Mí,

y juntos construimos este reino,

del que tú vas a ser heredero.

Me gusta que hagas mi voluntad,

porque mi voluntad es que tú seas feliz.

Cuenta siempre conmigo

y tendrás pan para hoy.

No te preocupes,

sólo te pido que sepas compartirlo

con tus hermanos y hermanas.

Sábete que perdono todas tus ofensas,

antes incluso de que las cometas;

por eso te pido que hagas lo mismo

con los que a ti te ofenden.

Para que nunca caigas en la tentación,

cógete fuerte a mi mano,

y Yo te libraré del mal,

pobre y querido hijo mío.




José L. Martín Descalzo

No hay comentarios:

Publicar un comentario