Merece la pena dedicar unos minutos a escuchar este discurso. Hará pensar. Tendremos un poco más claro por qué la crisis que padecemos es tan galopante. Por qué el ser humano no tiene límites en su codicia. Merece la pena escucharlo. Y sobre todo, aplicarlo, en la parte que a cada uno nos toca. Casi siempre broca la misma palabra, cuando hay que cambiar de actitud: SOLIDARIDAD. ¿Será que hemos querido prescindir de Dios?
Esto es lo que dijo el Presidente de Uruguy en la Cumbre de Río:
Valiente discurso, vale para los dirigentes políticos, sociales y económicos, pero vale también para toda la sociedad. Si todos tuviésemos esa claridad de ideas, otro gallo nos cantaría. Que cada cual se aplique a su vida ideas tan claras. IRIS
ResponderEliminarEs cierto, "rechina" lo que estamos viviendo y lo olvidadas que tenemos las palabras de Jesús, "sed humildes, estad cerca de las personas que sufren o que están marginadas, amad..." Hoy todo vale. Nos llamamos hermanos de muchos que se mueren de hambre. ¿Cómo lo podemos aguantar?
ResponderEliminarQue Dios nos ayude este año a acercarnos a los más necesitados de comida, de calor, de amor. Isabel y Mateo