La primavera nos da paso al verano que ya tenemos encima, nos cambia el paisaje, el mundo en poco tiempo, también puede cambiar nuestro corazón helado y abrir sus puertas para que entre el calor.
Durante todo el año tenemos nuestras ocupaciones, rutinas, urgencias que a veces nosotros nos buscamos y que nos impiden realizar otras cosas más importantes como es el trato con los demás, el amor que sentimos unos por otros, el trato con Dios. ¿Qué buscamos? ¿Dónde? ¿A quién? Nos es difícil saberlo en el quehacer de cada día .Pero siempre puede llegar un tiempo nuevo.
Puede que el verano sea ese tiempo, en el que el descanso, el reunirse con la familia, dedicarnos a nuestras aficiones, a leer, a pasear… A una oración tranquila en la que el encuentro con Dios se hace posible, solo tenemos que abrirle nuestro corazón y dejarle entrar.
Tenemos tiempo para hacer memoria y sentirnos agradecidos por esos momentos felices que pasamos y también por los que no lo han sido tanto pero que nos han ayudado a madurar.
Esta estación nueva que acaba de entrar sea para nosotros un tiempo de alegría, de felicidad y que la hagamos llegar a todos los que nos quieren y a los que queremos.
¡ Feliz verano para todos!
Arián
Ya es verano. Tiempo de calor y de pasión. Tiempo de relajación y de meditación. Tiempo para emprender alhuna aventura nueva. Tiempo para hacer algo distinto. Tiempo para salir de la rutina y el orden de todod el año. Tiempo para la creación. También tiempo para la holganza. Y tiempo para el descanso. Para estar. Para contemplar. Para ver pasar. En definitiva tiempo nuevo, tiempo para llenar...Me voy a prponer hacer algo nuevo o simplemente contemplar, sentao en la playa, cómo pasa la vida. En fin, tiempo para, desde el paseo por la senda sombría, disfrutar del frescor de los árboles, o del canto del jilguero o de la visión de una mariposa o un alagartija....¡¡¡Hay tiempo de verano!!!,¡¡¡qué bonito!!! IRIS
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