gente paseando por la calle Ancha, León |
A propósito de la celebración del primer año del Movimiento del 15M, de los jóvenes indignados, Juan María González-Anleo Sánchez, sociólogo, dice así:
“La desaparición del profetismo en la Iglesia católica española, duele confesarlo, causa indignación y escándalo en muchos católicos españoles. Temporal y definitiva, total o circunscrita solo a la jerarquía, voluntaria o impuesta desde más altas instancias, lo cierto es que nuestros obispos –con contadas excepciones- no gritan y claman por los pobres, por los precarizados, contra el fuerte deterioro del estado del Bienestar. Y callan, miran para otro lado y, en ocasiones, tienden la mano pedigüeña a los mismos responsables de la situación, no claman contra ellos y contra los especuladores sin alma y los políticos ensoberbecidos y narcisistas.”
Me uno a estas palabras de denuncia. Que la jerarquía de nuestra Iglesia se ocupe más de los problemas reales de la gente. Que se meta de lleno en lo que verdaderamente le preocupa. Que se deje de tanto discurso bien elaborado, pero que sólo es una acción políticamente correcta. En esta situación de rebajas de todo, especialmente de los derechos de los trabajadores, la Iglesia jerarquía tiene que denunciar públicamente y cada dia, por qué los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres. En este situación pido a la jerarquía, especialmente a los obispos, que sean profetas. No pueden ir de la mano de los causantes de tanto dolor.
¿Qué le pides tu los obispos?
Compruebo que, de vez en cuando, se oye la voz de algún obispo clamando por los más pobres y débiles. Y se destaca poco en los medios. Pero, echo en falta más valentía en nuestros obispos. Parece más bien que quieren vivir cómodamnete desde sus palacios, sin meterse con los gobernantes manirrotos y pasando como de puntillas para no crear polémica. Es curioso, se está pididendo que la Iglesia pague el IBI (campaña del PSOE) y la Iglesia jerarquía en tropel ha salido a defender su situaciín y la gran labor que realiza (normal), pero, por qué no hay esa misma campaña cuando hablamos de defender a los más débiles, en denunciar que el sistema prima a los más poderosos, en levantar la voz contra el consumismo puro y duro, en tomar medidas para que la primeras comuniones no sean las últimas, en ponerse el mandil y servir a la gente....etc...pido autenticidad fundamentalmente a nuestros obispos, porque son nuestra referencia. IRIS
ResponderEliminarLes pido que sean más pastores que mandatarios, que estén más cerca de los que ellos consideran "descarriados", en vez de prevenir a los demás sobre esas ovejas. ¡Qué distinto de lo que Jesús predicó! Se ponen cerca de los "descarriados" cuando eso les da poder, pero olvidan a los que piensan distinto, no están cerca para acompañar. Necesitamos obispos más cercanos.
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