martes, 10 de marzo de 2015

YAHVE SE INTERESA



Hace más de veinte años que predico retiros a hogares. Y en cada ocasión estos hombres, estas mujeres, casi todos con  anemia cuando entran en esta "clínica" que es una casa de retiros,  para esta "cura de alma" (como dicen los protestantes) que es un retiro, casi todos han adquirido una nueva vitalidad espiritual, cuando se van. Un año o dos después, deberán de nuevo hacer un retiro, porque muchos se habrán dejado ganar de nuevo por la anemia. Y una vez más experimentarán la eficacia extraordinaria de estos días pasados con Dios. 
¿Cuál es pues el secreto de esta eficacia? Silencio, misa diaria, oración…otras razones sin duda. Pero la razón primera, la más decisiva es otra. Entre estos hombres y estas mujeres la fe estaba debilitada, enferma, durmiente, agotada, moribunda; al soplo de la Palabra de Dios se despierta, se consolida, vuelve a la vida. Porque entre la fe y la Palabra del Señor la relación es estrecha: sólo la Palabra de Dios tiene el poder de hacer surgir, de alimentar la fe, esta fe que es conocimiento de Dios, de su intimidad y de su proyecto sobre el universo. 
La fe decae en el que no se abre a la Palabra de Dios y no la guarda. Entiendo por Palabra de Dios los Libros inspirados, y toda palabra así como todo escrito que presente la Revelación contenida en estos Libros.
Si hay  tantos cristianos endebles, es porque hay bien pocos que buscan a Dios:

"El Señor se interesa desde el cielo
por los seres humanos,
para ver si hay alguien que sea sensato,
alguien que busque a Dios. " (Sal. 14, 2).

En cambio, el que alimenta su fe, el que busca el conocimiento de Dios, es decir el conocimiento de Jesucristo por quien y en quien el Padre nos dio todo, nos ha dicho todo, nos ha revelado todo, nos ha manifestado todo, ese está preservado de la anemia espiritual. Y porque su fe es alimentada, su amor a Dios se desarrolla, su generosidad al servicio de Dios aumenta. Es un viviente.

“Esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero,
y al que tú has enviado, Jesucristo." Jn. 17, 3).

He aquí el porqué en los Equipos de Nuestra Señora se da tanta importancia al intercambio de puntos de vista, ese tiempo consagrado, en el curso de la reunión, a la búsqueda del conocimiento de Dios, de su pensamiento  y de sus voluntades. He aquí porqué se pide a cada hogar que trabaje seriamente el tema, marido y mujer juntos. He aquí el porqué me parece muy mal síntoma escuchar a un miembro de un antiguo equipo que me diga: Podríamos renunciar al tema y dedicar más tiempo a la oración y a la puesta en común.
Si los Equipos no llegan a tener el gusto y el apetito del conocimiento de Dios, si el trabajo del tema de estudio, después de algunos meses o algunos años, no os ha hecho adquirir el hábito del estudio religioso  es que nuestros equipos apenas tienen razón de ser. El hombre ha sido creado para conocer, amar y servir a Dios. Si no lo conoce con un conocimiento vivo y manteniéndolo sin cesar, que no se haga ninguna ilusión: no le amará ni le servirá verdaderamente.

" Por eso doblo mis rodillas ante el Padre,… para que os conceda, según la riqueza de su gloria, que seáis fortalecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios.. " (Ef. 3. 14 • 19).


HENRI CAFFAREL  

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