La persona, por el solo hecho de ser persona, es
única, irrepetible, valiosa. Todas las personas y cada uno de las personas. Por
el solo hecho de ser persona. Con independencia de lo que hagamos, de lo que
pensemos, de lo que sintamos.
Los que creemos en Dios y reconocemos que somos
criaturas suyas, ese valor esencial de la persona nos viene reafirmado, además,
por ser personas hechas a imagen y semejanza de Dios. Así lo creemos.
Todos formamos una unidad con Dios. Nadie nos es
indiferente. Nadie queda fuera de esa circunferencia formada por Dios y la
creación entera. Es verdad que el hombre, en su libre albedrío, puede querer
quedar fuera en una especie de rebelión contra su creador. Es posible que ese
querer quedar fuera sea una obcecación enfermiza o una soberbia de quien no es
capaz de aceptar que el ser humano es pequeño y no puede llegar a suplantar a
Dios. Pero no esta la cuestión principal que hoy queremos tratar.
Todo esto viene a cuento de que los Equipos de Nuestra
Señora son un Movimiento abierto a todos los cristianos casados que aceptan que
han sido creados por Dios y Dios bendice su matrimonio por la fuerza de
sacramento. Aquellos que se han casado por la Iglesia están invitados a formar
parte de este Movimiento ENS. Porque los miembros de los equipos solo queremos
vivir la fe en matrimonio. Nuestro carisma específico no es otro que la
espiritualidad conyugal, que significa que queremos vivir juntos el evangelio. Es
un movimiento abierto a todos. Invitamos a todos los matrimonios a que nos
conozcan. Aquí se está bien, aquí nos queremos, nos ayudamos, nos escuchamos.
Te invitamos. Ven estarás a gusto. Eres muy valioso para nosotros. Más aún,
eres único e irrepetible. Tienes aquí tu sitio. Haced saber esta buena noticia
a todos los matrimonios. Corred a anunciarla.
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