sábado, 21 de marzo de 2015

POR UN ENFERMO



¡Ponlo otra vez, Señor, en pie sobre tu tierra,
y firme, y sonriente, y plácido!
-¡Que no sea este estar tendido, enfermo,
estar tendido ya por siempre!-
¡Levántale, Señor; torna la sangre
justa a su corazón, el claro ver
a sus ojos, el bello hablar
a su boca; devuélvele
la corriente completa
al cauce exhausto de su pensamiento;
ese sentirse a gusto, ese
no sentirse la vida –y darla toda-,
que es vida plena!
¡Ponlo,
Señor, en pie, como me tienes
a mí, como estás Tú!

Juan Ramón Jiménez.


Nota de la redacción.- Hay mucha gente enferma. Sufriedo por por la falta de salud. Tengámoslo en cuenta en nuestra oración.

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