LA DIFUSIÓN

Seguimos hablando de la difusión. Todos queremos que el Movimiento crezca, pero de momento no es así, lo vemos difícil, cada vez somos menos y más mayores… ¿Qué podemos hacer?

Lo primero y más importante es ser testigos. Jesús conseguía que le siguieran cuando se encontraba con la gente y se convertía en una persona a la que era maravilloso seguir. Curaba enfermedades, enseñaba cómo vivir, acariciaba y escuchaba lo que los demás le contaban.

Pero diréis: nosotros no podemos curar enfermedades… ¿de verdad?

¡Cuántas enfermedades hay de soledad, de falta de cariño, de maltrato psicológico…?

Nosotros deberíamos ser testigos de ese Jesús que nos enseñó a cómo serlo. Primero hemos de tener tiempo para escuchar, para acariciar, para sonreír al triste, para estar cerca del que se siente solo. Quizá muchos matrimonios se sentirían muy bien conociendo nuestro movimiento.

Debemos hablar de él a los que nos rodean, porque todos sabemos la maravillosa acogida que hay en él. No temamos hablar con los demás de lo bien que nos sentimos con los otros matrimonio y sacerdotes… Es la mejor forma de difusión.

Seamos testigos del amor que crece cada día en nuestro Movimiento. Y demos gracias a Dios por pertenecer a él. Como veis en la foto una luz puede ir apareciendo por el horizonte, también en los ENS puede ir apareciendo esa luz..

Un abrazo 

Huellas