Leyendo el evangelio de Marcos, que narra el encuentro de Jesús con un leproso: cómo le tiende la mano, le toca….
Me ha hecho pararme a pensar lo que hacemos nosotros con los leprosos actuales (drogadictos, indigentes, inmigrantes…), ¿les tendemos la mano o les apartamos de nosotros mirando hacia otro lado? Mucho más fácil esta segunda pregunta, ¿verdad?
De esta manera, también nosotros nos dejamos llevar por nuestros egoísmos, comodidades, que son peor que la lepra.
¿Está en nuestra mano mejorar algo la sociedad en la que vivimos? Pues manos a la obra.
Arián
Si ni estuviera en nuestras manos mejorar el mundo, ya estaríamos derrotados. Este mundo es de los poderosos, mejor dicho lo dirigen los poderosos. Y esto es en parte, porque no confiamos en nuestras capacidades: sonreir, acompañar, escuchar, dar, recibir...Nosotros no podremos arreglar los grandes problemas del hombre como ek incremento de la pobreza, pero si hacemos lo que está de nuestra parte, esa alicuota parte que nos corresponde ha mejorado. Y si somos capaces de extender ese compromiso, el mundo seguirá mejorando. Es la hora de salir da casa y denunciar tanta insolidaridad. Para ello se exige valentía.
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