El fin de semana del 17 y 18 de marzo tuvo lugar un retiro, para matrimonios, en la Casa de Espiritualidad de San Isidoro, organizado por la Delegación de Pastoral Familiar de la Diócesis. El Director fue D. Jesús Fernández. Viti y Elvira, los organizadores, nos han enviado la siguiente crónica, -muchas gracias- hecha desde la inmediatez, que es cuando el corazón habla con mayor ilusión. Esto es lo que nos dicen:
Cuando llegamos a casa después de realizar los Ejercicios Espirituales que realizamos en San Isidoro cuatro líneas para recordar lo vivido en ellos.
¿Por qué hacer ejercicios? No debemos hacerlos pretendiendo evadirnos de lo que pasa por el mundo, no debemos hacerlos para vivir unos días de relajación, no debemos hacerlos pretendiendo resolver algún problema que nos acucia, ni mucho menos, como miembros de Equipos, hacerlos porque así lo tenemos indicado en los puntos de esfuerzo.
Debemos tratar en ellos abrirnos al Espíritu Santo, experimentar la fraternidad, intentar el cambio personal interior, actualizar nuestro bautismo, ya que es tiempo de gracia y alegría, tiempo de conversión (Él nos ayuda), tiempo de fraternidad en el Señor. Nos dijo D. Jesús que los ejercicios espirituales son un acto eclesial, ya que con nosotros hacen ejercicios todos los matrimonios de la Diócesis.
¿Para qué? Para intensificar la relación de amistad y reciprocidad con el Señor que se llega hasta nosotros, ya que Él es el más importante. Debemos dejarnos podar por el Señor de los “mamones” que salen en los sarmientos de las vides y que son brotes malos y, por fin, abrirnos a la Palabra (con mayúscula). Dios nos ama y nos busca
Elvi y Viti
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