martes, 1 de diciembre de 2015

HAY HERIDAS


Inevitablemente en el camino de la vida hay tropiezos, hay heridas. El cuerpo va sufriendo arañazos. El alma se retuerce ante el sufrimiento. Es así. Son hechos inevitables. Pero, esos arañazos y esos sufrimientos nos hacen más humanos. Integrarlos, aceptarlos, asumirlos es la tarea que tenemos entre manos. Si queremos eliminarnos nos hemos equivocado de planeta. En esta tierra nuestra, en esta vida que conocemos, las heridas van unidas a la vida. Y es de sabios saber aprovecharlas porque, también nos hablan.

Hoy os invitamos a mirar una de tus heridas con compasión. ¿Qué me quiere decir? Solo cuando seamos capaces de aceptarlas, seremos capaces de aprender de ellas.  


Hacemos nuestras las palabras de poeta Miguel Hernández:

¡Ay de quien no está herido, de quien jamás se siente herido por la vida, ni en la vida reposa herido alegremente! 

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