sábado, 19 de diciembre de 2015

AHORA





Ahora es el tiempo de Dios,
el que dibuja un horizonte
y desencadena huracanes
en el corazón inquieto.

Es ya el tiempo del amor
que se da sin precio,
el instante en que la fe
transforma el mundo.

Es éste el momento
para que el ser humano se levante,
digno, confiado, fuerte,
tras las huellas del bienaventurado.

Es éste, en fin, nuestro momento,
para decirlo en voz alta,
para curar y acariciar,
para llevar con nosotros
el fuego que alumbre
a la humanidad
en Dios.

José Mª Rodríguez Olaizola, SJ.

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