jueves, 10 de diciembre de 2015

DIOS PADRE



 

Para muchas personas, Dios es cualquier cosa menos alguien capaz de poner alegría en su vida. Generalmente pensamos que el cristianismo tiene muchas normas que nos amargan la vida. Pensamos en Dios como en alguien muy exigente. Y por eso algunos han dejado de creer en Él.

Y hacen bien, porque ese no es nuestro Dios. En la Parábola del Hijo pródigo el Padre lanza un grito de alegría cuando vuelve el hijo que se había ido: "Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado".  Es un Padre maravilloso que no nos quiere dar lecciones de moral, sólo quiere abrazarnos, porque cuando nos ve volver a Él desde lejos, sus entrañas se conmueven. Y aunque el hijo quiere pedir perdón, el Padre no quiere escucharle, solo lo quiere acoger y abrazar.

Ojala los cristianos seamos capaces de tener la misma acogida llena de alegría que nuestro buen Padre.

Os queremos


Huellas

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