jueves, 30 de abril de 2015

LA FE



Estos días de atrás hemos visto como Tomás dudaba de la Resurrección de Jesús porque no lo había visto con sus propios ojos. Y Jesús dice: “Dichosos los que creen sin ver”.
Nosotros decimos creer aunque después, en nuestra vida, se nos nota poco.  Porque no hemos visto a Jesús con nuestros ojos, así que no sabemos si somos auténticos creyentes. ¿Cómo hizo Tomás para creer?
Cuando Jesús le dice: "No seas incrédulo, sino creyente", él renuncia a verificar nada. Lo que nota es que allí a su lado está Jesús que lo ama.
No hemos de asustarnos si en nosotros brotan dudas,  porque lo que nos están diciendo estas dudas es que nuestra fe no es superficial, que no nos limitamos a repetir lo que otros dicen sino que nos hacemos preguntas.
La mejor manera de crecer en la fe es sentirnos queridos por otros, porque en ellos está Jesús. Y esto hay que trabajarlo. Por eso la fe y la caridad están tan unidas. Pero claro para ello necesitamos esperanza.
Os deseamos a todos y a nosotros mismos que nunca nos falte la esperanza, el amor y por consiguiente la fe.

Un abrazo

Huellas

No hay comentarios:

Publicar un comentario