lunes, 18 de marzo de 2013

MI NIÑO PEQUEÑO



Hoy mi niño pequeño está revuelto. En el supermercado se tiró al suelo y me ruboricé al verle patalear. En casa se negó a probar la comida y rehusó el bocadillo de la merienda. Sus deberes han quedado sin hacer.

Está triste. Había hecho un buen partido en el cole y esperaba que sus amigos le levantaran en bolandas, pero sus amigos se fueron corriendo para casa y se olvidaron de felicitarle. En clase de dibujo el profesor le llamó la atención por sus dibujos naif, él había pedido dibujar cientos de esferas de colores. A él le aburría hacer círculos repetidos. Un par de compañeras le dijeron que no le gustaban las pecas de su cara. “¡A mí tampoco me gustan sus...!”

Se siente herido, rabiado, incomprendido. No para de lanzar patadas al colchón y de romper unos cuantos cuadros de pintura naif.

Mi niño pequeño está confundido, de mal humor y se ha encerrado en su habitación. Quisiera salir del escenario de esta película.

Me quedé en casa para estar con él, acoger sus lágrimas y aguantar sus envites. Después de una dura pelea, me miró de frente y me dijo cosas bonitas a la cara. Aquella escena acabó en un abrazo más allá de la piel.

Al día siguiente supe que habíamos dormido toda la noche LOS DOS

1 comentario:

  1. Todos llevamos dentro el niño pequeño que fuimos, aunque seamos mayores está ahí para darnos autenticidad, para no medir tanto las palabras, para ser espontáneos, por eso a veces no nos sentimos bien y no sabemos expresarlo, hay que dejar espacio el niño pequeño. SABA

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