domingo, 24 de marzo de 2013

DOMINGO DE RAMOS: SOLO SE COMPRENDE DESDE EL AMOR




"El olivar". Pinilla de la Valdería

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina,

no hizo alarde de su categoría de Dios;

al contrario, se despojó de su rango

y tomó la condición de esclavo,

pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,

se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,

y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo

y le concedió el «Nombre–sobre–todo–nombre»;

de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble

en el cielo, en la tierra, en el abismo,

y toda lengua proclame:

Jesucristo es Señor,

para gloria de Dios Padre.



Aunque hemos recogido el texto de la segunda lectura (precioso, condensado, lleno de sabor, profundo, bello y comprometido) hoy en la eucaristía se lee la Pasión de Jesús, según San Lucas. No lo hemos reproducido por su extensión, pero invitamos todos los “blogueros” a que en su casa relean este relato de la Pasión porque ahí está la esencia de por qué Dios se hizo hombre en la persona de Jesús. Es una narración que ha venido precedida por la importancia que Jesús comunicó a los suyos de ir a Jerusalén, porque un profeta no puede morir fuera de Jerusalén (Lc 13,33), la ciudad santa donde se decidían todas las cosas importantes de la religión judía. La Pasión del Señor, aunque aparentemente es una tragedia, es también el acontecimiento del proyecto salvador para todos los hombres. Y es también un testimonio de entrega y de fidelidad a Dios, pero para que Dios fuera siempre el Dios de los hombres.

Jesús nos ha revelado que Dios es un Padre, lleno de ternura y de misericordia. El relato de la Pasión del Evangelista Lucas resalta la confianza en el Padre y la petición de misericordia para los “que no saben lo que hacen” o para el buen ladrón “hoy estará conmigo…”

Jesús es también el que siendo de condición divina, se hizo uno de nosotros para salvarnos. El que establece que “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

“En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado la plenitud del Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (Cf. He 5,31)… La “fe que actúa por el amor” (Gál 5,6) se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre”. (Pf, 6)

La celebración del domingo de ramos y nuestra confesión de fe, nos tendría que llevar a dar una verdadera respuesta a la pregunta de Jesús como Pedro, aunque después lo neguemos: “Tú eres el Mesías”. O como el centurión y sus hombres: “Realmente este era Hijo de Dios”.

Que cuando besemos y miremos al Jesús Crucificado ese beso y esa mirada la reconduzcamos hacia quienes, cerca o lejos de nosotros, viven sufriendo y amando.

No tengo palabras ante tanto dolor

La Pasión de Jesús me estremece

Hay rabia suelta para hacerle sufrir

Hay ganas malvadas para escarmentarlo

¿Quién es El, acaso DIOS?

Se atrevió a poner el amor por encima de la ley

Se atrevió a ser amigo de los vagabundos y de los pecadores

Puso en entredicho el cumplimiento religioso

¿Quién es El para hacer esto?

No entendieron nada, por eso te mataron

Pero tu muerte dio sentido a todo: amar hasta el final

Gracias Jesús


Nota: del olivar se cortan los ramos de olivo con dan belleza a la procesión de este Domingo de Ramos por las calles de Pinilla de la Valdería. Como en tantos lugares del mundo entero, con ramos de olivo, de laurel o palmas. Es el comienzo de una fiesta que, tras la pasión, acabará en la gran fiesta de la resurrección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario