No es ninguna despedida. Es, simplemente, dejar que el tiempo siga su curso. Por él nos guiamos. Hoy, damos fin al año 2012. Muchos adjetivos calificativos podemos ponerle. Cada cual, según su situación personal. Pero si hay algo en lo que todos, seguramente, incidiremos, es que ha sido el año de los recortes. La crisis económica parece no tener fin. Los recortes son el pan nuestro de cada día. La Iglesia también está en crisis. La asistencia a la misa del domingo es, cada vez más, de gente mayor, se echa en falta a los jóvenes y a las familias y a los matrimonios. Es responsabilidad de todos. Nadie podemos lavarnos las manos. Se están dando pasos para intentar atajar esta situación. La Nueva evangelización es un camino a seguir.
Recordamos algunas frases de las palabras de Juan Rubio en su editorial de Vida Nuevo, de la última semana del año 2012:
“El error está en seguir poniendo viejos remedios a nuevas situaciones. Hace falta pensar España y hacerlo en Europa”
“Esta crisis mina a los jóvenes, desestructura las familias y hace vulnerable a todos”
“Devolver el alma a un mundo que la ha perdido mientras dormía en el confort de una fiesta alienante”.
Adiós año viejo. Adiós 2012.
Adios. Pongamos remedios de 2013 a la situación. Quizá han sido buenos los recortes para que crezca la solidaridad. Preguntémonos cada uno: ¿He hecho algo especial para ayudar a los que lo pasan mal? La respuesta nos dará la calidad de nuestra vida. Feliz años Nuevo a todos. Un abrazo Isabel y Mateo
ResponderEliminarMe gusta esa frase: devolver el alma al mundo, que vivía en una juerga alienante. Es hora de parar. Es hora de hacer balance. Es hora de meditar. ¿Qué hago yo? Sigo en esa juerga alienante? Sigue el ritmo consumista desenfrenado? O, tengo mis propios criterios? ¿Cómo los campagino con el evangelio? ¿Qué pael tiene Jesucristo en mi vida? ¿Qué hago yo en los Equipos? Preguntas, y más preguntas...que solo desde el silencio podrán tener respuesta. SABA
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