El explorador había regresado junto a los suyos, que estaban ansiosos por saberlo todo acerca del Amazonas. Pero, ¿cómo podía él expresar con palabras la sensación que había inundado su corazón cuando contempló aquellas flores de sobrecogedora belleza y escuchó los sonidos nocturnos de la selva? ¿Cómo comunicar lo que sintió en su corazón cuando se dio cuenta del peligro de las fieras o cuando conducía su canoa por las inciertas aguas del río?
Y les dijo: "Id y descubridlo vosotros mismos. Nada puede sustituir al riesgo y a la experiencia personales". Pero, para orientarles, les hizo un mapa del Amazonas. Ellos tomaron el mapa y lo colocaron en el Ayuntamiento. E hicieron copias de él para cada uno. Y todo el que tenía una copia se consideraba un experto en el Amazonas, pues, ¿no conocía acaso cada vuelta y cada recodo del río, y cuán ancho y profundo era, y dónde había rápidos y dónde se hallaban las cascadas?
El explorador se lamentó toda su vida de haber hecho aquel mapa. Habría sido preferible no haberlo hecho.
Cuentan que Buda se negaba resueltamente a hablar de la Verdad.
Probablemente sabía los peligros de hacer mapas para expertos en potencia.
Tony de Mello
No podemos renunciar al recorrido personal, a la aventura proia, al riesgo.
ResponderEliminarVengan los mapas, pero no sustituyan la aventura.
Vengan los testimonios de otros, pero no a costa de evitar el mío.
Venga la formación y la información de quienes nos han precededo, pero no para ser yo una mla copia de otros.
Cada uno tenemos que andar nuestro propio camino, correr nuestros riesgos, vivir nuestra aventura...
Y es que esto es tan bonito...
IRIS
Ser cristiano supone asumir muchos riesgos, no dejarse vencer por el miedo que pueda atenazarnos, ser luz en medio de las tinieblas. No nos vale lo que hacen otros, Dios nos dio a cada uno unas monedas y hemos de ponerlas a producir. Isabel y Mateo
ResponderEliminar