LAS DIFICULTADES SON UNA OPORTUNIDAD PARA CRECER
Hemos terminado un nuevo curso, creemos haberlo aprovechado positivamente. Nos hemos conocido un poco mas, hemos tenido todos nuestras penas y nuestras alegrias, esperamos que todos llevemos a efecto lo que este último capitulo nos enseña.
El mejor regalo que Dios nos ha hecho es el de ser libres, y pensamos que las casualidades no existen, que todo lo que nos pasa en la vida ocurre por un motivo positivo.
Hemos dicho que la libertad es un regalo divino. Pero la libertad exige responsabilidad de elegir lo correcto, lo mejor, lo mas, considerado y respetuoso, de tomar decisiones que beneficien a nuestros semejantes y que mejoren nuestras relaciones personales.
Todas las personas procedemos de la misma fuente y regresamos a la misma fuente. Todos hemos de aprender a amar y a ser amados incondicionalmente. Todas las penurias que sufrimos, todas las tribulaciones y pesadillas, todas las cosas que podriamos considerar castigos de Dios, son en realidad regalos. Son la oportunidad para crecer, que es la única finalidad de la vida
Dios nos ha dado la libertad de elegir, la libertad de desarrollarnos, crecer y amar.
Amar, no significa imponer nuestros propios argumentos a nuestro prójimo, sino ofrecerle nuestra ayuda. Y si la rechaza sentirnos orgullosos de que pueda sostenerse con su propia fortaleza.
El mejor regalo que Dios nos ha hecho es el de ser libres, y pensamos que las casualidades no existen, que todo lo que nos pasa en la vida ocurre por un motivo positivo.
Hemos dicho que la libertad es un regalo divino. Pero la libertad exige responsabilidad de elegir lo correcto, lo mejor, lo mas, considerado y respetuoso, de tomar decisiones que beneficien a nuestros semejantes y que mejoren nuestras relaciones personales.
Todas las personas procedemos de la misma fuente y regresamos a la misma fuente. Todos hemos de aprender a amar y a ser amados incondicionalmente. Todas las penurias que sufrimos, todas las tribulaciones y pesadillas, todas las cosas que podriamos considerar castigos de Dios, son en realidad regalos. Son la oportunidad para crecer, que es la única finalidad de la vida
Dios nos ha dado la libertad de elegir, la libertad de desarrollarnos, crecer y amar.
Amar, no significa imponer nuestros propios argumentos a nuestro prójimo, sino ofrecerle nuestra ayuda. Y si la rechaza sentirnos orgullosos de que pueda sostenerse con su propia fortaleza.
LONGINOS Y Mª JOSE .- LEON 12
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