Esta tarde de sábado día 8 de mayo las MM Clarisas del Convento de Santa Cruz y los Equipos de Nuestra Señora hemos celebrado una eucaristía aunando dos realidades: por una lado, la de los matrimonios que estamos en el mundo y el mundo debe notar nuestra presencia y, por otro lado, la de las monjas de clausura que retiradas del mundo rezan por él para que sea más justo y fraterno.
La celebración comenzó a las 7 de la tarde. Una tarde lluviosa y que no invitaba a salir de casa. Se notó en la asistencia, muy inferior a la habitual. Comenzamos con las vísperas, cantadas por las Madres y acompañado, en la mediad que podíamos, los matrimonios. Presidió la celebración Maxi, quien en su homilía nos destacó la importancia del amor de Dios y del amor a Dios. Siempre el amor es la base de cualquier relación cristiana. Comenzando con los más cercanos. En el caso de los matrimonios, el esposo o la esposa. Ese es nuestro primer amor.
El encuentro lo prepararon, al unísono, las Madres Clarisas y el Equipo 19. Ellas se alegraron con nuestra presencia en este acto. Nosotros disfrutamos de una celebración en su compañía. Juntos, matrimonios de Equipos y Madres Clarisas, nos pusimos delante de Dios para decirle, de distintas maneras, que El es la razón de nuestra vida.
Mereció la pena salir de casa y participar en este encuentro que finalizamos con varias canciones a María, la madre que nos acoge y a quien dedicamos de una manera especial este mes de mayo.
Unos y otras nos tendremos en cuenta de una manera especial en nuestras oraciones durante esta semana.
Las fotografías son testimonio de este encuentro.
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