martes, 24 de enero de 2012

LA PREGUNTA DEL CRISTIANO DE HOY ES: ¿PERO CÓMO?





Ver, Escuchar y reflexionar; conocer, evaluar y . . .

En el día de la presentación, abría aquella mi primera participación en el Blog con la cita de (Ap 3-20): “Mira que estoy a la puerta y llamo…” Acogida fraterna del que recibe y se presta a que le ayuden.

Hoy me atrevo a citar (Ex 3,1-6) ¡Cuidado, descálzate, estás ante lo sagrado! –LA PERSONA- : Comprensión, respeto y mesura del que llega. Yo he llegado a su casa y llamo a su puerta con humildad, sin imposición; con ofrecimiento. El abre sus brazos y acoge mi presencia para fundirnos en la reciprocidad del Amor generoso de los que comparten lo que tienen. “Cenaremos” juntos porque habré “entrado en su casa” al decirme: Sí, puedes, quiero. Siempre los dos juntos podemos, nada lograremos por separado; serán la donación y la acogida desde el corazón las que satisfarán nuestra ansia de dar y la necesidad de recibir.

La Parábola ya nos señala además, en su relato, cómo tenemos que hacerlo: no rechazando el lugar, ni el tiempo, ni el suceso; más bien, acercándose al sufriente, viendo, escuchando, acogiendo y actuando en lo urgente, que, además, en este caso, es lo importante. También curándole con el vino y el aceite y vistiéndole, por supuesto. Empleando nuestro tiempo y nuestros recursos. Todo este ¿Cómo? se descubre desde el conocimiento de la realidad presente; conocimiento que nos llevará a la actuación responsable desde el indigente, el menesteroso, el oprimido, el herido, el excluido: Desde el “crucificado” de nuestra sociedad. No desde nosotros.

Para ello tendremos que preparar adecuadamente nuestros propios ojos para ver con Amor cuando miren; usaremos “gafas” limpias y correctas para clarificar lo observado y acercarlo a nuestro actuar solidario; nos pondremos “gafas” oscurecidas para evitar deslumbramientos momentáneos y “gafas” también para apreciar en la penumbra lo que aparece como oculto, o lo distorsionado. Esto que decimos para el “ver” tiene que servirnos para el “oír” y actuar como en el “ver”. Si miramos tenemos que esforzarnos en ver y si escuchamos, tenemos que esforzarnos por oír la realidad y actuar y no pasar de largo.

EL RÚSTICO

1 comentario:

  1. Me gusta esa idea que se desarrolla en la reflexión de la persona como algo sagrado. Si así lo considerásemos siempre ¡cuánto dolor evitaríamos! ¡cuánto amor desprenderíamos! ¡¡Porque toda persona es sagrada!!

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