Cristo crucificado. Autor: Longinos |
¿Para que se practique la “espiritualidad samaritana” tiene que existir la “humanidad sufriente” (crucificada)?. Insistieron Doctor y MAESTRO en la enseñanza y el aprendizaje en su reunión en la sinagoga y coincidieron y coinciden, los que podríamos llamar los paradigmáticos (Los malhechores, los acomodados y los abnegados) en el “camino” de la historia.
“…Lo asaltaron unos bandidos; lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto…”
Hoy quiero resaltar para ti, lector, la maldad extrema de los bandidos para con el “hombre” y así hacer más luz, con que poder contemplar nítidamente la misericordia del Señor, llevada a cabo por medio del Samaritano en su actuación humana a favor del desvalido y la práctica de la espiritualidad sincera y sin complejos de aquel prójimo. Veamos al “medio muerto”:
Le quitan lo material, despojándole hasta de su dignidad humana.
Le aniquilan la alegría, triturándole la salud.
Le hurtan hasta su personalidad, al no dejarle su acreditación.
Le arrebatan su autoestima y lo abandonan para que se muera.
Dan un rodeo y no le auxilian: Es la Ley.
En consecuencia: El Samaritano se arriesga a que le culpen a él de este crimen, pero él actúa movido por compasión, con abnegación. Se acerca, escucha, ve: CONOCE. Actúa y acoge; acompaña y encarga. Se hace responsable de “su prójimo”, cueste lo que le cueste
Tendremos que asumir que los pobres no son el problema ni nosotros, -aunque seamos los nuevos samaritanos- la solución; ambos formamos parte del problema y tenemos que ser parte de la solución. Todos juntos, ellos y nosotros, nos encontramos en el camino de la VIDA. ¿Cómo asumirlo? El consejo es claro: “Anda y haz tú lo mismo”
EL RÚSTICO
Interesante y a la vez compleja reflexión. ¿Los pobres existen porque ellos lo quieren así o porque hay muchos que con sus actuaciones provocan la existencia de tales pobres? Ciertamente, debemos atacar la causa y denunciarla. Tarea difícl y compleja. Pero, ¿estamos libres de culpa? Y, aunque lo estemos, ¿cuando damos con un pobre en nuestrop camino, ¿podemos mirar para otro lado? Jesús nos da la instrucción con claridad: "haz lo que hizo el samaritano", es decir pregúntate por las causas de esa pobreza -sí- y combátelas y denunciales, pero no pases de largo ante ese pobre. Párate, mírale, pregúntale, socórrele....¡¡¡qué difícl!!!, ¿quién dijo que ser cristiano era fácil? ¿Cómo va a serlo si el mismo Cristo fue crucificado?.Mejor me paro aquí. Pero esta reflexión del Rústico, me ha hecho pensar mucho.
ResponderEliminar¿Cuantos pobres en muestras calles? A mi personalmente a veces hasta me han molestado, piden para vino, tabaco, vicios, que facil a veces es juzgarles, a donde queda nuestro amor por el projimo.
ResponderEliminarRealmente es difícil la situación ante los pobres. Decimos que existen porque ellos lo quieren y parece que es verdad en algunas ocasiones. Cabría preguntarnos por qué quieren seguir siendo pobres. Quizá el problema es que les falta el amor desde pequeños y se han sentido más queridos por los que son como ellos. Pero es difícil amar en estas ocasiones. Hemos de aprender mucho todavía.
ResponderEliminar