EL AGUA DE LA TRANSPARENCIA
Se agradece, más que nunca en estos tiempos, aquellas
personas que en criterios y pensamientos, actitudes y con sus hechos
transparentan hacia el exterior lo que de verdad son por dentro. Bebamos
abundantemente el agua de la transparencia para que, todos aquellos que nos
rodean, puedan acercarse a nosotros sin temor alguno. “Los hombres honrados no
temen ni a la luz ni a la oscuridad” (Fuller)
EL REFRESCO DE LA CORDIALIDAD
Caminamos y, las más de las veces, no sabemos hacia dónde ni
cómo. Nos chocamos frente a frente en mil calles y esquinas pero, muy
escasamente, somos capaces de cruzarnos una mirada o unas palabras que denoten
cierta complicidad o amistad. Apuremos, en este tiempo veraniego, el refresco
de la cordialidad como la mejor contribución para que muchas personas se sientan menos solas y
más queridas por el mundo que las rodea. “Con la cordialidad se conquista el
bienestar de la misma sociedad” (Anónimo)
EL LICOR DE LA DULZURA
El trabajo nos endurece y, la convivencia en el día a día,
nos envilece. Abrir la puerta de nuestra propia casa es enfrentarse muchas
veces a rostros ceñidos de enfados y angustias, de enojos y sinsabores.
Acariciemos la copa del licor de la dulzura. Se consigue más con miel que con
hiel. “Las buenas acciones refrescan la sangre y permiten sueños felices”
(Panatti )
EL GRANIZADO DE LA FELICIDAD
Acostumbrados a buscar la dicha fuera de nosotros hemos
olvidado que, la auténtica y no efímera, es aquella que llevamos dentro de
nosotros mismos. La felicidad de uno hace que se contagie allá donde esa
persona vive, trabaja, descansa o camina. “La alegría y el amor son dos alas para las grandes acciones” (Goethe)
LA SANGRIA DE LA AMISTAD
La vieja sentencia de “quien encuentra un buen amigo
encuentra un buen tesoro” nos recuerda que esta tierra nuestra parece ser una
mina agotada de esa gran riqueza. Tomar, a pequeños sorbos, la sangría de la
amistad es dar lugar al diálogo sincero y a la comunicación con el otro, es
dejar espacios para el respeto y la tolerancia, el conocimiento y el interés
por aquel que tengo delante de mí. “Cada virtud solo necesita un hombre; pero
la amistad necesita dos “ ((Montaigne)
EL CAFÉ DE LA ORACION
Antes de salir de casa o después de comer; antes de
acostarnos o a media tarde….el “café de la oración” hace más digestivo todo lo
acontecido durante la jornada. Dar buena cuenta del “café de la oración” es
saborear la presencia de un Dios que colma con creces el descanso o el trabajo,
la preocupación o las dificultades, el agotamiento o la insipidez de muchos
días. “Aunque Cristo nazca mil veces en Belén de nada te valdrá si no nace, por
lo menos una vez, en tu corazón” (Angelo
Silesio)
EL ZUMO DE LA PAZ
Cuando se habla mucho de la paz es porque, desgraciadamente,
carecemos de ella y aspiramos a tenerla como un valor definitivo entre
nosotros. Hacen falta personas que sepan exprimir, aún con esfuerzo y
sufrimiento, el “zumo de la paz”. Un zumo que podemos preparar con las frutas
de las palabras bien dichas, de los sentimientos bien formados, de las miradas
oportunamente respetuosas, con los juicios no agresivos. Beber el “zumo de la
paz” es poner paz allá donde nos encontramos. “La paz hace crecer las cosas
pequeñas; la discordia destruye las grandes” (Salustio)
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