El Papa Francisco está repitiendo que los miedos,
las dudas, la falta de audacia… pueden impedir de raíz impulsar la renovación
que necesita hoy la Iglesia. En su Exhortación “La alegría del Evangelio” llega
a decir que, si quedamos paralizados por el miedo, una vez más podemos
quedarnos simplemente en “espectadores de un estancamiento infecundo de la
Iglesia”.
J. A.
Pagola sacó recientemente este artículo que es para hacernos recapacitar. ¿De
verdad estamos dispuestos a dar pasos al frente para conseguir una renovación
dentro de la Iglesia o por el contrario creemos que lo que dice parte de la
jerarquía es suficiente para seguirla y no hemos de hacer nada más que
obedecer?
Creemos
que la Iglesia está muy paralizada. Y cuando decimos la Iglesia nos referimos a
todos. Ya está bien de cristianos sumisos que nunca se hacen preguntas ni se
replantean nada.
Deberíamos
ser más conscientes de que por el bautismo somos también sacerdotes, profetas y
reyes, pero sobre todo somos hijos de Dios y como tales debemos ser capaces de
pensar, opinar y tomar decisiones.
Hoy soñé
que estaba en una Eucaristía rica en signos, donde lo más importante era la
comunidad que creábamos en torno al Padre, una eucaristía en la que la
creatividad había realizado algo nuevo. Pero después me desperté y todo seguía
igual. Una pena. Esperemos que entre todos cambiemos algo.
Un abrazo
Huellas
No podemos cesar en nuestro empeño de que las Iglesia sea cada día quien se meta de lleno en los problemas de la gente, para participar de ellos y hacer un mundo mejor. Sin olvidar que o es Iglesia de los pobres o no es Iglesia. ¿Seré capaz de persistir en lo que yo soy capaz de hacer? ¿Cuándo aprenderé que mi tarea es mía sin esperar que otros hagan la suya? Setarcos
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