Hoy es el día de Todos los Santos y mañana el de los difuntos.
Para muchos son días muy tristes porque es el momento del recuerdo de personas a las que queríamos mucho y se han ido, dejando un gran hueco en nuestro corazón. No podemos decir que no se debe estar triste, porque realmente es humano sentir el desgarro de la ausencia de la persona querida.
Para muchos la marcha del esposo, del hijo, de los padres… puede ser el momento de rehacer la vida. Hay un vacío que no pueden llenar otros y todos pedimos por esas personas que están pasando momentos tan amargos. Que Dios os ayude.
Pero no podemos quedarnos ahí. Hemos de pensar en positivo. Primero debemos pensar que esas personas ya están con el Padre que tanto los ama y serán felices en su regazo. Ya dejaron de sufrir y no les gustaría ver que lloramos por ellos, cuando ellos son felices.
En segundo lugar estamos rodeados de muchas cosas y personas que Dios nos ha dado y hemos de disfrutar de ellas, porque son un regalo de Dios. Además los que nos rodean quieren que seamos felices y ellos quieren serlo y no podemos amargar su vida con nuestra tristeza. Que se note que gozamos con todos los que nos rodean.
Oremos pues todos juntos por ellos y por nosotros. Dios nos sonríe desde el cielo. Algún día nos uniremos en el abrazo del Padre que nos ama.
PADRE NUESTRO…..
Huellas
En esos momentos de dolor, cuando hay un desgarro tan grande...solo queda la oración. El Padre Nuestro con el que nos invita Huellas es la medidcina que sosiega el corazón. Y mantine la esperanza en ese Dios, misericordioso, que nos ama. Feliz festividad de todos los santos.
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