jueves, 15 de noviembre de 2012

CINCUENTA AÑOS DESPUÉS


Hace cincuenta años Juan XXIII nos llamó a vivir la experiencia de un Concilio. Sólo ver su imagen sentimos ternura, cercanía, notamos su sencillez. Pero poco a poco la ola que refrescó a la Iglesia se está marchando. Debemos luchar porque no sea así.

Él nos hablo de que debíamos abrir las ventanas para ventilar y quitar el polvo que a lo largo de los siglos se había ido acumulando en la Iglesia. Y vaya si lo consiguió, pero pasan los años y hay quienes se empeñan en volver a cerrarlas, con lo que a veces huele a humedad, a rancio. Entre todos hemos de ir abriendo huecos, aunque haya que romper algún cristal, para que entre el viento del Espíritu que nos renueve. No hemos de tener miedo porque Jesús ya nos avisó que siempre estaría con nosotros.

También Juan XXIII nos habló de los “profetas de las calamidades”, de las personas que sólo hacen que hablarnos de lo mal que está todo, de que antes era mejor. No es la mejor manera de evangelizar. Evangelizar consiste en transmitir esperanza frente a la desesperanza del mundo actual.

Y por último nos insistió en que leamos los signos de los tiempos. No lo hacemos, porque tenemos miedo a lo que sucede en el mundo. Pero el Espíritu Santo nos sigue hablando hoy a través de esos signos aunque no queramos escuchar lo que nos dice.

Sólo si lo hacemos lograremos adaptar el mensaje de Jesús a nuestro mundo. Abandonemos antiguas formas de hacer las cosas para evangelizar al mundo actual. Nos hemos quedado estancados y así nos va.

Pero seguimos teniendo ESPERANZA. No es un mal momento para la Iglesia, al revés, somos menos pero quizá más auténticos. Siempre es necesaria la crisis para avanzar y crecer. Estamos en el momento de la crisis, pronto comenzará el crecimiento.

Huellas

1 comentario:

  1. Me apunto a la esperanza,
    me aparto de los profetas de las calamidades,
    quiero contribuir con mi testimonio,
    el evangelio quiero que sea vida,
    no me vale el desánimo,
    tenemos capacidades suficientes para salir adelante,
    confiemos en Él,
    otra vez la fe,
    qué a propósito el año de la FE.
    SABA

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