Estamos en el final del verano con toda su belleza, sus flores, su calor… y seguramente muchos lo hemos utilizado para descansar. Dios también creó el séptimo día para el descanso. Pero ahora volvemos a la vida diaria y las rutinas antiguas vuelven a nosotros.
Quizá antes de comenzar el curso deberíamos pararnos un poco para pensar en qué podemos ser más creativos, qué podemos hacer para que los demás vean en nosotros la imagen de Dios. No parece fácil y a la vez debería ser fácil. Porque Dios no nos pide nada que no podamos hacer. Quizá podríamos ser más positivos, enseñar a la gente que seguir a Jesús es algo maravilloso que nos hace felices. Eso supone sonreír más, ver lo positivo de la vida, mostrar a los demás que querer a Dios es algo que nos ayuda a ser mejores. Decía Jeremías: “Me sedujiste Señor y me dejé seducir…”
Es cierto, Dios nos ha seducido a todos los que creemos en Él, en su vida, en sus palabras. Que la rutina no nos hunda, que al volver todos tengamos la cara de felicidad de quien siente que Dios está con él.
Señor gracias por este maravilloso verano donde lucía el sol cada día, aunque también hubiera cosas por las que hemos sufrido. Pero es maravilloso saber que nos quieres. Todo lo demás pasa a un segundo plano. Amigos, un abrazo y sed felices en medio de las dificultades. Es lo que Dios quiere de nosotros. Os queremos
Huellas
Ser creativos, confiar en Dios...no nos pide nada que no seamos capaces de hacer... bonita lección. Llena de esperanza.
ResponderEliminar