viernes, 13 de febrero de 2015

ORACIÓN PARA LOS QUE ESTAMOS ENVEJECIENDO



Señor, tu sabes que estoy envejeciendo.
No me dejes que hable demasiado y demasiado alto,
creyendo que me toca opinar sobre todo.

Líbrame de querer enderezar la vida de todo el mundo.
Líbrame de los cuentos con un sinfín de detalles.
Dame alas para ir directo a lo esencial del tema.

Sella mis labios cuando estoy tentado de contar mis molestias
y dolores, que aumentan con los años, y con los años aumenta mi
inclinación a comentarlos.

Enséñame esta magnífica lección:
¡Que a veces puedo estar equivocado!

Hazme considerado pero no entrometido, servicial pero no invasor.
Creo tan vasta mi experiencia y sabiduría que ¡querría usarla toda!
Pero, tú sabes, Señor, ¡desearía conservar hasta el fin algunos amigos!

Amén.

   “¿Has visto las gotas de lluvia que caen densas en una tarde de otoño? Otras tantas son las personas que entran cada día en la eternidad y casi nadie se da cuenta. Un día, tú mismo serás una de estas gotas”.


F.X. Nguyen van Thuan.

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