martes, 3 de febrero de 2015

CON NUESTRO FUNDADOR EL PADRE HANRI CAFFAREL





Vida de los ENS en tres periodos

I. Las fundaciones (1939-1949
II. Tiempo de madurez (1950-1973)
III. La Profundidad (1973-1996)

I. Las fundaciones (1939-1949)

Henri Caffarel responde a la llamada de las parejas queriendo vivir el sacramento del matrimonio. “La exigencia de santidad os concierne. Para responder a ello, tenéis un sacramento, es el matrimonio.”

El número de Equipos y Hogares aumenta. Se da una orientación espiritual, cada vez más clara a medida que avanza el descubrimiento de la gracia del matrimonio.

Las publicaciones, “Carta a unos jóvenes hogares” (1942), “El Anillo de oro” (1945), han marcado profundamente a numerosas parejas; su repercusión ha sobrepasado los Equipos. El Padre Caffarel quería ser comprendido por todos para que la gracia del amor de Dios pudiera ser eficaz en todos. Él deseaba que todos comprendieran la grandeza del matrimonio. El tema es siempre actual.

Un momento decisivo en la actividad del Padre Caffarel fue la redacción y edición, en 1947, de “La Carta de los Equipos de Nuestra Señora”. Los medios que propone la Carta son exigentes. “Los puntos concretos de esfuerzo”, sobre todo “el deber de sentarse”, son características de la vida cotidiana de las parejas. “Habiendo captado el espíritu de los Equipos, no tendréis dificultad en llevar a cabo su disciplina”.

Vivir el Evangelio en la vida de pareja, ese es “el camino de santidad”.

En aquellos años, dos fundaciones nuevas ven la luz: el Movimiento de Viudas “Esperanza y Vida” y la “Fraternidad Nuestra Señora de la Resurrección”, Instituto secular de viudas. Como siempre, no tiene “la idea” de estas fundaciones”: vienen a verle, le exponen el deseo de vivir una vida santa; entonces discierne, anima y acompaña.

II. El tiempo de la madurez (1950-1973)

Los Equipos de Nuestra Señora se desarrollan. Una Organización se pone al frente. Grandes encuentros tienen lugar: Lourdes en 1954, Roma en 1959, Lourdes en 1965… Es la ocasión de profundizar en la gracia y grandeza del matrimonio.

El Padre Caffarel insiste también sobre el enriquecimiento mutuo de los sacramentos del Orden y del Matrimonio; dos sacramentos “complementarios” para responder a la vocación del amor.

Los Equipos conocen grandes debates:

Son un ¿movimiento de iniciación o de perfección? El equilibrio entre estos dos aspectos debe encontrarse.

Surgen entonces dos posturas, por un lado la unidad del Movimiento y por otro la libertad de los laicos, su originalidad y su personalidad. En este asunto, el Padre Caffarel está siempre en armonía con la Iglesia, de forma ejemplar y entusiasta.

Envía a todos los equipistas a sus parroquias, a sus diócesis, y a ser apóstoles en su profesión y en el mundo.

A los 70 años, deja su servicio al frente de los Equipos tras asegurar su sucesión.

III. La Profundidad (1973-1996)

La fecundidad del Padre Caffarel está inscrita en los corazones, en la relación única de cada uno con Dios. Son innumerables quienes han encontrado al Señor en la Casa de Oración de Troussures. Deseaba intensamente compartir la revelación que tuvo a los veinte años. Sus últimos años en Troussures muestran la fuente de donde brotaba todo.

La Casa de Oración de Troussures. Este Centro fue una ayuda inmensa para aquellos que deseaban aprender a rezar. Esa obra continúa en las propuestas que hacen los Equipos de Nuestra Señora en la Casa de la pareja, en Massabielle (en Saint-Prix, Val d’Oise), y sobre todo en la importancia que los ENS y las escuelas de oración vienen dando a la oración interior.

Cabe destacar la actualidad de los escritos publicados por el Padre Caffarel: en las revistas: “Ofertorio”, “Cuadernos sobre la oración” y sus numerosos libros: “Presencia en Dios, En las encrucijadas del amor, etcétera”.

El 25 de abril de 2006 Monseñor André VINGT-TROIS, arzobispo de París, ha aceptado con agrado la petición de los Equipos de Nuestra Señora de promover la causa de canonización del Padre Henri Caffarel.

“Los Amigos del Padre Caffarel” desean esta canonización porque:

 Su santidad es la de un “profeta del siglo XX”
 Su santidad aparece animada por el Señor, en su vida.
 Su santidad se manifiesta en la fidelidad y amor a la Iglesia.


Tomado del Boletín de Enero 2015 de ENSValladolid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario