Amigos, el
verano está terminando y muchos estamos a punto de volver a casa o ya estamos
de vuelta. ¿Cómo os ha ido? ¿Habéis visto los rasgos de Dios en alguna persona
o algún paisaje?
A veces
vivimos sin ver a Dios, y eso sucede porque no lo buscamos. Sería bueno que los
que nos rodean se hagan preguntas de por qué hacemos las cosas.
Hoy una
amiga nos decía que por qué aceptábamos ser amigos de gente que tenía muchas
manías o eran muy distintas de nosotros. Quizá puedan pensar que somos masoquistas.
Pero la respuesta es muy distinta.
Si no nos
acercamos a los distintos, en qué nos diferenciamos de los que no son
cristianos.
Estemos
cerca de todos los que nos necesitan. Dios estás siempre a nuestro lado y
seguro que muchas de nuestras manías no le gustan. Además nosotros seremos los
primeros beneficiados porque si tuviéramos que ser perfectos seguramente
tendríamos pocos amigos. Gracias a todos por aceptarnos como somos.
Un abrazo
Huellas
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