lunes, 11 de febrero de 2013

MODERNIDAD, POSMODERNIDAD Y RELIGIÓN: HAY FUTURO



Ayer, en el salón de la parroquia de El Salvador, D. Prisciliano Cordero, nos deleitó con su conferencia sobre “Modernidad, posmodernidad y religión”. En un lenguaje claro y explicativo fue examinando la realidad social en tres etapas: la sociedad tradicional, la sociedad moderna y la sociedad posmoderna. No es mi propósito resumir su intervención. Pero, permítaseme, dejar anotados algunos apuntes de lo que dijo.

Los principales rasgos de cada uno de estas etapas son:

Sociedad tradicional: sacralizada, divinizada, el hombre suplica a Dios: fe

Sociedad moderna: desacralizada, secularizada, el hombre es el centro , el trabajo humano es lo que redime.

Sociedad posmoderna: resacralizada, panteísta, el cosmos es el centro, mística, holística.

También se refirió al papel de la religión en el futuro, apuntando tres modelos:

1.- La religión laica. Cuando se pretende relegar la religión al terreno de la privado.

2.- La religión oficial o nacional. Hay una identificación del estado con una religión determinada.

3.- El modelo multirreligioso. En el que hay una separación entre Estado y religión y hay un respeto por todas las religiones que se interesan por el bien de las personas. Es el que defendió.

En el momento del coloquio alguien preguntó sobre el futuro de la religión. Nadie somos adivinos y habrá que ver qué va pasando. Pero hay un dato incontestable: la razón de la que está dotado el hombre es inquieta. Y esa razón es la que nunca va a dejar de preguntarse por las grandes cuestiones: de dónde venimos, a dónde vamos, quién es Dios, por qué existe el mal…Y a esas cuestiones habrá que ir dando respuesta. Consecuentemente, la religión va estar siempre presente en la vida de las personas. Esta vida no puede ser sólo un camino que llega a su fin con la muerte. Eso, desde la misma razón, hace muy débil, muy poca cosa al hombre. Alguien (DIOS) creó el universo y el hombre y todo tiene que ser mucho más profundo. Poco a poco el hombre se irá acercando a ese misterio.

Y en todo esto, como apuntó alguien, hay que dejar que intervenga la Providencia. Que lo hará a través de nosotros. No es cuestión de meter las manos en los bolsillos y esperar, pero tampoco es cuestión de prescindir de Dios.

En definitiva, se trata de echarse al camino y ver y escuchar lo que está pasando y actuar. Como lo hace la Iglesia a través de la caridad. Esos son hechos que nadie discute y todos valoran. En definitiva volver a las fuentes: el amor, Jesucristo. ¿No es esto la nueva evangleización?



1 comentario:

  1. Gracias por el trabajo, Herminio. Muy preciso, un muy buen resumen de la conferencia, que, por cierto, fue interesantísima

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