domingo, 2 de octubre de 2016

LA FE ES UNA FORMA DE VIDA



LUCAS 17, 5-10
5 Los apóstoles le pidieron al Señor:

- Auméntanos la fe.

6 El Señor contestó:

- Si tuvierais una fe como un grano de mostaza, le diríais a esa morera: "quítate de ahí y tírate al mar", y os obedecería.

7 Pero suponed que un siervo vuestro trabaja de labrador o de pastor. Cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "Pasa corriendo a la mesa"? 8 No, le decís: "Prepárame de cenar, ponte el delantal y sírveme mientras yo como; luego comerás tú". 9 ¿Tenéis que estar agradecidos al siervo porque hace lo que se le manda?

10 Pues vosotros lo mismo: cuando hayáis hecho todo lo que os han mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer".

¿Qué es la fe? Poner toda la confianza en Dios. No es ir de un lado para otro haciendo todo lo posible ni es matarnos a trabajar por los demás ni es pretender ser los mejores cumplidores de la ley. Concebir así la fe viene a ser un contrato entre Dios y nosotros: nosotros hacemos y Dios nos da. No es así. Dios es regalo, Dios está dentro de nosotros y cuando seamos conscientes de ello nos daremos cuenta que la fe es una actitud en la vida por la que cada uno de nosotros viviremos según el evangelio. No es convenio que se retribuye según los muchos o pocos méritos que logremos. No. La fe es una forma de vivir. Creer en Dios es confiar en las posibilidades de cada criatura para alcanzar su plenitud propia. Creer en Dios es confiar en el hombre y en sus posibilidades de alcanzar su plenitud humana. Porque toda persona participa de la naturaleza de Dios.

Nos han gustado estas palabras de Fray Marcos, que transcribimos para que las tengamos en cuenta en la oración de este domingo:

Si la confianza no es absoluta y total, no es confianza.
El mayor enemigo de la fe-confianza son las creencias,
porque exigen la confianza en ellas mismas,
y así asesinan la posibilidad de anclar tu ser en Dios.
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Tener fe no es esperar que las cosas cambien.
Tener fe es encontrar a Dios en las peores circunstancias.
Tener fe es ser capaz de bajar lo suficiente al fondo de mí mismo,
para anular el efecto negativo de cualquier limitación.
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Descubrir lo que es Dios es confiar absolutamente.
Es descubrir mi propio ser y también el ser de los demás.
Es valorar la Vida más allá de sus límites.
Es desplegar lo más genuino de mí, conectado con Dios.
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El siguiente video también nos ayuda a darnos cuenta de que la fe es una forma de vida. Feliz domingo.


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