sábado, 8 de febrero de 2014

SIN DUDA SOY UN SER ESPECIAL





Me gusta madrugar y reservarme un espacio largo de silencio,
ausente de ruidos, alharacas, inquietudes,
un espacio para sentirme habitado y desnudo,
en mi mismo, en todo y en todos,
un punto de luz y sosiego del círculo de luz y de calma,
como uno de tantos.

Me gusta desayunar fruta, kefir, una infusión o una taza de café de vez en cuando,
al compás de las noticias que va deshojando la radio.
Es mi forma de ir despertando al bullicio cotidiano,
a los quehaceres y al bendito trabajo de cada día.
Como uno de tantos.

Me gusta poner corazón y esmero en las cosas que me ocupan
y mirar de frente a los ojos que tengo delante,
como buscando asiento y descanso,
que es algo así como querer llegar más allá de lo visible y de lo aparente
o tratar de provocar la amorosa complicidad.
Como uno de tantos.

Me gusta pensar que soy más que lo pienso
y que mi sentir se queda lejos de lo que siento,
como si me creyera más grande de lo que me creo,
que es otra forma de verse más menudo y más frágil,
como si este cuerpo estuviera sembrado de divinidad.
Y esto que digo de mi, también lo digo de ti,
que no hay razón para creer que tú y yo somos diferentes.
Como uno de tantos.

Me gusta soñar cuando el sol es más fuerte
y cuando el cielo se encapota y se vuelve gris, oscuro, casi negro,
descargando golpes sucios, inesperados, casi malditos,
esperar, aguantar, callar, llorar y, si es posible, aceptar.
Como uno de tantos.

Me gusta jugar, correr, andar, cantar, reír, idear, que es como crear,
escribir cosas sencillas como si fueran sublimes,
embobarme ante un cielo estrellado,
ante una golondrina que no cesa de gorgotear,
un prado de hierba recién segada,
una ola que me cubre o una puesta que es de sol,
una caricia que no espero o una mirada imprevista,
un gesto de ternura o un anciano que le cuesta andar.
Sí, me emociona lo pequeño, humilde, gratuito, cortés,
porque mi alma testaruda lo aprecia grande y endiosado.
Como uno de tantos.

Me gusta decirte que mi paso por este suelo no va ser en balde.
Trataré de ser honesto y fiel,
haré mis deberes a tiempo y a destiempo.
Me falta aprender benevolencia y algo de confianza,
eso que el viento tantas veces me ha recordado,
Desentrañaré mis cuentos y acertijos,
y, aunque me cueste, acabaré riéndome de mis vergüenzas.

Me gusta repasar el día al acostarme.
                               Desearme buenos sueños y buenas noches,
y que la vida que me arrastra haga por mi
lo que no he sabido hacer por ella,
porque me gusta saber que lo más lindo se nos da gratis,
sin esfuerzo, sin riñones, sin nada.

Si algún día hablas de mí
y me incorporas a tus citas y me metes en tus palabras,
cuéntales que fui un ser especial,
especial porque era luz, bondad, calor, ilusión,
más allá de los tropiezos y las torpezas,
las envidias y los orgullos,
como tú, como él, como la gente que queremos y nos quiere,
la que está más allá o acá,

como uno de tantos.

VTM

2 comentarios:

  1. Precioso poema de quien, como dice, es especial Setarcos

    ResponderEliminar
  2. Que buen programa de vida. Para intnyarlo por lo menos. ..
    JyC

    ResponderEliminar