miércoles, 1 de enero de 2014

VIVIR EN PAZ

Un ángel nos anunció la paz en la fiesta de Navidad

Hoy, primer día de año, quiero escribir de la paz. Así comienzan todos los años: diciéndonos que el día 1 de enero es el día de la paz.

La paz es ese estado en el que una persona  está a gusto. Cuando alguien dice: “me siento en paz” es que acepta lo que le pasa, sabe que se encuentra feliz. Y eso depende fundamentalmente de cada uno, de su estado interior. Es verdad que las circunstancias externas juegan o pueden jugar un papel importante. Pero, es el estado interior, el cómo se siente cada uno, lo determinante para estar en paz.

Nadie puede estar en paz si no está a gusto con sus actos.  Nadie puede sentirse en paz si no ha aceptado lo que le ocurre. Y esa es una labor que lleva su esfuerzo.

De ahí que la paz sea la consecuencia de cómo estás, cómo te sientes, cómo estás llevando tu vida. Si estás en paz es que estás a gusto contigo. Y ahí comienza todo cambio.

Hay quien puede pensar que su bienestar está en cómo les vaya su salud, o cómo tengan su cuenta corriente o qué empleo tengan o cómo sea su familia o cuántos amigos tengan o qué viajes poder realizar o en cómo tocar una melodía. Pero todo eso, con ser importante, no es lo esencial.

Lo esencial está en ti. En cómo te sientas tu. Si estás a gusto contigo sabrás disfrutar del trabajo, de un viaje, de una familia o de cómo interpretan una canción. Pero sólo si estás a gusto contigo mismo.

Los cristianos creemos en la persona de Jesús, pensamos que Dios es la fuente de nuestra bondad, que la fe es un don que nos hace felices. Todo eso está dentro de nosotros. Sabemos que Dios nos ha dado la capacidad de ser felices. De comenzar el cielo en la tierra. Esta es la gran enseñanza.


En este primer día del año, en el día de la paz invitamos a todos a vivir en paz. Solo así se puede ser feliz. Feliz año 2014.

H y MN


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